lunes, 25 de mayo de 2009

´La vida de las mujeres en Juárez no vale nada, es una ciudad sin ley´

MAYTE CRUZ - Presidenta de la Confederación de Abogados Jóvenes

"En los feminicidios están implicadas las altas esferas: policía, políticos, narcos..."



La letrada ourensana Mayte Cruz. // Vicario
PILAR MERA - A CORUÑA Hace unos meses, conoció a una vecina de Ciudad Juárez, donde 1.100 mujeres han sido asesinadas en el último año y medio con total impunidad. Aquel relato "desgarrador" movió a la ourensana Mayte Cruz, presidenta de la Confederación española de Abogados Jóvenes, a "hacer algo" y con la ayuda del Consello da Avogacía, decidió prestar su apoyo a las familias de tres jóvenes asesinadas en 2001 en el primer juicio de un feminicidio que llega a una corte internacional y en el que el acusado es el Estado mexicano.

– ¿Cómo empezó su implicación en el juicio de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez?

– Yo soy miembro de la comisión de derechos humanos del Consejo General de la Abogacía española, que en diciembre entregó su premio anual a la ONG mexicana "Nuestras hijas de regreso a casa", una organización que ayuda a las familias de las víctimas de feminicidios de Ciudad Juárez. Me di cuenta de que la vida de las mujeres en Ciudad Juárez no vale absolutamente nada, y pensé: ´¿cómo puedo ayudar a esta gente?´ Y así surgió lo del juicio.

–¿Cuáles son los detalles del caso?

– El 6 y 7 de noviembre de 2001 aparecieron los cuerpos de ocho mujeres en el campo algodonero de Ciudad Juárez, un solar situado justo enfrente del sindicato de mujeres maquiladoras. Fue una provocación, porque muchos hombres ven a las mujeres maquiladoras como una amenaza a su trabajo. Desde el primer momento, las autoridades mexicanas no custodiaron las pruebas, simplemente hicieron una necropsia ocular sin una identificación científica de los cuerpos, sin pruebas de ADN fiables. Así, sólo se pudo identificar bien a tres de las fallecidas, Laura, Clara y Esmeralda, que son las que llegan a este juicio, en el que el acusado es el Estado por su negligencia e impunidad absoluta. En cualquier caso, éste es un caso entre un millón, que ha tenido mucha repercusión porque ha llegado a la Corte Interamericana, pero lo cierto es que suele ocurrir así en los otros 1.100 asesinatos que se registraron en Ciudad Juárez en el último año y medio.

–¿Quién está detrás de estos crímenes?

– Realmente no se sabe quién son los asesinos, porque no se investiga. Por lo que yo he visto, en los feminicidios están implicadas las altas esferas: policía, políticos, cárteles de la droga…

– ¿Por qué en Ciudad Juárez, por qué en esa ciudad?

– Los asesinos llevan 16 años de impunidad en ese lugar y parece que se regodean en ello. Además, las autoridades mexicanas no investigan.Normalmente cogen a las chicas cuando van a trabajar por el desierto. Las violan entre varias personas, les sacan fotos y vídeos, les arrancan los pezones a mordiscos... a muchas las acaban quemando con gasolina. Luego incluso van dejando los cuerpos y las pruebas cuando les viene en gana. Por ejemplo, en el caso de campo algodonero, en el lugar donde aparecieron los cuerpos durante los meses siguientes fueron apareciendo prendas, pantalones... los asesinos iban allí a ponerlas. Allí la vida no vale nada, Ciudad Juárez es una ciudad sin ley.

– ¿Cuál es su papel en el juicio?

–El proceso comenzó ya en 2001, de manos de varios abogados y ONG mexicanas. Hubo un juicio en México e incluso un hombre fue condenado y encarcelado, pero luego salió libre porque no era el verdadero asesino. Y es que el Gobierno, para deshacerse de las familias que reclaman justicia, fabrica culpables, tortura a delincuentes hasta sacarles declaraciones autoinculpatorias. En 2005 la Corte Interamericana de los Derechos Humanos aceptó la querella contra el Estado mexicano por violación del derecho a la vida, a la integridad judicial y a las garantías judiciales. Es el primer caso de feminicidio en Ciudad Juárez que llega a la corte internacional. Nuestra labor es sólo de asesoramiento y apoyo institucional por parte de la abogacía española y gallega, un método de presión frente al Estado mexicano.