sábado, 11 de junio de 2011

En Ciudad Juárez, las madres de las desaparecidas tenemos que investigar

A 17 años de que en esa localidad se registraron los primeros casos de mujeres asesinadas y desaparecidas, continúan los mismos prejuicios de funcionarios y desinterés en buscarlas.



Ilustración: Moisés Butze


Cimacnoticias: Periodismo con perspectiva de género

En Ciudad Juárez, cada 29 horas una mujer es asesinada. En 2008 se documentaron 87 asesinatos de mujeres, en 2009, 164, mientras que de enero al 3 de noviembre de 2010, la cifra es de 271 víctimas.

En lo que va de 2010 se han registrado 26 mujeres desaparecidas, un incremento con relación a 2008, cuando sólo hubo 18, y 2009 con 22, informó Imelda Marrufo Nava, representante de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez.

Organizaciones feministas han documentado cómo durante más de una década los restos de las mujeres son hallados por transeúntes al cabo de unos días o años después, mientras en otras ocasiones las mujeres nunca son encontradas y sus familiares tienen que vivir con la angustia permanente de desconocer su destino o paradero.

 
En los últimos años, México ha venido acumulando recomendaciones vinculadas a los derechos humanos de las mujeres; durante el régimen de Vicente Fox (2000-2006), 20 mecanismos de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, visitaron el país dando como resultado más de 500 recomendaciones.

Para 2009, el mecanismo denominado Examen Periódico Universal (EPU) generó 91 recomendaciones, de las cuales sólo 83 fueron aceptadas. Sólo en el tema de derechos de las mujeres, México acumuló 140 de 2000-2006, a las que se suman 16 del EPU que el gobierno aceptó en 2009. Ciudad Juárez reúne más de 50 recomendaciones, señala el libro: “Informe del Seguimiento de la CEDAW”.

A estas recomendaciones, se suma la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), en la que condenó al Estado mexicano por el feminicidio en “Campo Algodonero”; la cual a un año de emitida, sigue sin cumplirse.

En busca de justicia y de sus hijas

El 23 de febrero de este año, Idali Juache Luna, de 19 años de edad, desapareció del estacionamiento del Centro de Readaptación Social de Ciudad Juárez. Su madre, Norma Luna, vive buscándola los días en que la profunda depresión que la aqueja se lo permite.

“He conocido a muchas madres que viven lo mismo que yo”. La gran mayoría no cree en la autoridad, ya que hasta el momento no han encontrado a alguna de las chicas desaparecidas.

Denuncia que las autoridades locales han sido omisas en el caso de su hija y de las demás jóvenes desaparecidas, afirma que no le dan ninguna respuesta. Nosotras vamos y preguntamos y ellos también nos preguntan “qué sabemos”, “que si no nos han hablado”.

 
Griselda Morua López, tenía 16 años de edad, cuando desapareció en los alrededores de las vías del tren de Ciudad Juárez, una zona en donde ya han desaparecido otras mujeres o que fueron encontradas muertas. A pesar de que su madre Consuelo Morua informó a las autoridades dónde podría estar, hasta el momento sigue ausente.

En diciembre de 2009, la vio en un bar ubicado en la avenida Juárez. “Al mirarla me paralicé y no supe que hacer, ella también me vio y sin ningún gesto se alejó”.

 
Consuelo acudió a la Unidad Especial de Investigación de Personas Ausentes y/o Extraviadas de la Subprocuraduría de Justicia, zona norte de Ciudad Juárez donde en abril denunció la desaparición de su hija, para informar en dónde y cómo la había visto; sin embargo, las autoridades no actuaron en el momento.

“Todavía no hay ningún avance, les informé dónde podría estar mi hija y estando a tiempo no hicieron nada, después de un año y medio apenas empezaron las indagatorias”, señaló.

Los agentes ministeriales no investigan, somos nosotras las madres y familiares de las mujeres desaparecidas quienes tenemos que investigar, “las autoridades saben pero sólo lo que les decimos las familias”, denunció Morua López.

Imelda Marrufo Nava informó que ante la falta de información sobre la búsqueda de sus hijas y la desesperación por encontrarlas, las familias se exponen a buscarlas ellas mismas.

Por las noches andan en la zona de bares, y en la de tolerancia, para tratar de verlas; los hombres de la familia entran para tratar de identificar a su familiar, exponiéndose ya que la mayoría de las familias son de escasos recursos y en estas zonas los índices de delincuencia son altos.

También por la violencia, el transporte público deja de funcionar a las 10 de la noche y la mayoría de las madres y familias de las mujeres corren los riesgos, “se les puede ver a las salidas de los bares para ver si sale o entra su hija”, indicó Marrufo Nava.

En la sentencia emitida por la CoIDH, el 10 de diciembre de 2010, en la disposición.10, se ordena a México crear una página electrónica sobre mujeres desaparecidas desde 1993 en Chihuahua. Hasta el momento la página es inexistente

 
La Procuraduría General de Justicia de Chihuahua, publicó una página en su sitio; sin embargo, en opinión de las OSC y de las madres de las víctimas, no cumple de manera cabal con lo dispuesto por la Corte.

Aún quedan pendientes 14 disposiciones entre los que se encuentra el que México debe investigar y sancionar a los funcionarios acusados de irregularidades y a los responsables de los hostigamientos contra familiares de las víctimas.