domingo, 8 de marzo de 2015

Luchando hasta encontrarlas - 8 de marzo: Ciudad Juárez



¿Qué es la violencia de género?


Ocho de marzo: agravios y simulaciones


L
a conmemoración oficial del Día Internacional de la Mujer, que se realiza hoy en nuestro país, debe contrastarse con la persistencia de condiciones desfavorables, lacerantes y hasta trágicas que enfrentan millones de mujeres a raíz de la crisis de seguridad y la disolución del estado de derecho en diversas regiones, de la simulación institucional y de la crisis económica en ciernes.
En el primero de esos ámbitos, el contexto de generalizada inseguridad que se ha instaurado en el país y que se mantiene a pesar de la autocomplacencia oficial, continúan los feminicidios en diversas entidades, así como los casos de explotación sexual, la violencia doméstica y los abusos contra mujeres mayores y menores de edad. Para colmo, la impunidad imperante para los responsables de agresiones contra activistas y defensores de derechos humanos en general se ceba particularmente contra la porción femenina de ese sector.
De acuerdo con la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, entre 2010 y septiembre de 2014 han ocurrido 32 asesinatos de defensoras y mujeres periodistas en el país; al tiempo que se han documentado cientos de agresiones de diversos tipos contra activistas y comunicadoras, fenómeno que ha ido creciendo año con año.
Por lo demás, los avances inocultables alcanzados en décadas recientes respecto de la representatividad y los derechos políticos de las mujeres siguen con la asignatura pendiente de abrirse paso en un entramado institucional en que persisten las prácticas machistas y patriarcales. Muestra de ello es el hecho de que las candidaturas femeninas de los partidos políticos, obligados por la ley a cumplir en cuotas de género, suelen postularse en los distritos en los que históricamente no triunfan.
Son tristemente célebres, por añadidura, las recurrentes renuncias de legisladoras que, tras haber arribado a cargos de elección popular, ceden sus escaños a varones, en un claro ejemplo de simulación y fraude institucional.
En el terreno económico, las mujeres deben hacer frente, al igual que los hombres, al desempleo, la carestía y la caída del poder adquisitivo de los salarios e ingresos personales, pero lo hacen desde una circunstancia de mayor desprotección y vulnerabilidad: debe recordarse, al respecto, que son mujeres quienes realizan prácticamente la totalidad del trabajo doméstico no remunerado en el país, y que ese sector de la población padece una discriminación histórica en cuanto al nivel de ingreso, el acceso al empleo y a la educación. Más aún: si bien es cierto que la falta de empleo es un drama personal para ambos géneros, para el sexo femenino la pérdida del trabajo suele conllevar la disminución de la independencia y de la soberanía personales.
En tales circunstancias, los discursos oficiales y los actos de propaganda partidista con motivo del 8 de marzo se presentan como un acto más de simulación y un gesto demagógico y mediático, que no sólo no atenúan, sino profundizan los agravios padecidos por la porción femenina de la población. Hay mucho por trabajar aún en este país para que la circunstancia de sus mujeres se vuelva un motivo de festejo.

Madres de los 43 exhortan a decir ¡ya basta!contra violencia y feminicidios

Piden mantener la unidad contra la injusticia y la represión
Foto
Las mujeres aún somos consideradas objetos desechables en el ámbito laboral, social y económico, se dijo ayer en el foro Las mujeres y AyotzinapaFoto Yazmín Ortega Cortés
Laura Poy Solano
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 7
Madres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, activistas sociales y alumnas de la Escuela Normal Rural de Tamazulapan, Oaxaca, exhortaron a la sociedad a mantener la unidad en la lucha contra la injusticia y la represión, pero también a decir ¡ya basta! contra los actos de violencia, desaparición forzada y feminicidios que afectan al país.
En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, enfatizaron que la igualdad de género aún no es una realidad en México. Recordaron que en Chihuahua, estado de México, Distrito Federal y otros estados, los casos de feminicidio se siguen incrementando. Las mujeres desaparecidas aumentan, advirtieron.
Seguimos sin obtener una verdadera igualdad y equidad como seres humanos. Las mujeres aún somos consideradas objetos desechables en el ámbito laboral, social y económico, afirmó Alejandra Torres, de la organización Pan y Rosas.
Reunidas en el foro Las mujeres y Ayotzinapa, convocado por el magisterio disidente del Distrito Federal y diversos colectivos sociales, señalaron que ante la falta de acceso a la justicia y la verdad: No vamos a callarnos ni a dejar de salir a las calles para exigir que se castigue a los culpables de los actos de violencia y represión contra la población, y en especial contra las mujeres.
En el acto, Carmen Cruz, madre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, uno de los 43 estudiantes normalistas que permanecen desaparecidos, afirmó que seguimos con la convicción de continuar la lucha a cinco meses de su ausencia. Queremos dejar muy en claro al gobierno federal que no tenemos miedo. Por eso les pedimos que no dejen de unirse y organizarse, porque ellos saben dónde están nuestros hijos y si no los han encontrado es porque no han querido.
Norma Andrade, activista y cofundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, afirmó que México es un país que se está desmoronando en pedazos y no hacemos nada.
Por ello llamó a la unidad de todos los referentes de lucha social para “decir ¡ya basta! No queremos más represión, más violencia ni feminicidios”.
Agregó que la lucha contra la desaparición forzada y el feminicidio debe involucrar a todos los mexicanos. Hemos revisado el marco jurídico y a nivel federal se establece que el delito de la desaparición forzada puede sancionarse hasta con 40 años de prisión, pero en Chihuahua, también puedes ir a la cárcel por ese mismo lapso si te robas una vaca. O sea, parece que valemos igual o menos que una vaca.
En el encuentro en que participó Thalía Vázquez Alatorre, ex abogada de José Manuel Mireles, ex vocero de las autodefensas en Michoacán, Norma Andrade aseguró que se requiere de la unidad de todas las madres, las de Ciudad de Juárez, las de Ayotzinapa, las de Ecatepec, que buscan a sus hijas, y de todas las organizaciones para transformar este país y dejar de ser manipulados por este gobierno.
Las asistentes, recordaron que sin unidad no se podrá avanzar en el cambio que necesita este país.
Y propusieron que habría que imaginar un día sin mujeres, qué pasaría con la economía, con el gobierno, si una mañana simplemente dejáramos de hacer lo que cada día realizamos, quizás entonces podríamos alcanzar una verdadera igualdad de derechos.

Prevalece feminicidio como forma extrema de violencia

Persisten acoso y hostigamiento: académica
Fernando Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 6
Feminicidios con alto grado de impunidad, hostigamiento hacia las mujeres en las calles y el transporte público, brecha salarial y división sexual de la educación superior y del trabajo, son signos de la inequidad de género en México, afirmó Ana Buquet Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A propósito del Día Internacional de la Mujer, la académica destacó que la violencia hacia ellas es un tema que aún no se resuelve.
Sus principales vertientes son la violencia intrafamiliar y hacia la pareja. Persisten relaciones con ese ingrediente violento del hombre hacia la mujer, desde lo físico hasta lo sicológico, dijo la especialista en género, sexualidad y educación.
El acoso y el hostigamiento constituyen otras formas de violencia. Van desde los piropos a los insultos y agresiones al tocar a niñas, jóvenes y adultas. Sistemáticamente, el género femenino sufre este tipo de abusos por parte de los varones, abundó.
Una forma extrema es el feminicidio, que prevalece en diversas entidades, amparado en la impunidad. En México se asesina a un número considerable de mujeres. No se sabe quiénes lo hacen, no se investiga con seriedad y no se encuentra a los responsables. Es un fenómeno que no se castiga y eso es grave, pues los crímenes ocurren y no pasa nada, subrayó Buquet.
Otro tipo ocurre en el espacio laboral. Una forma de analizarlo es la brecha salarial, pues ellas perciben salarios más bajos. Ya hay normas que impiden pagar menos por igual trabajo, pero la situación se da porque las mujeres ocupan menos cargos de mayor responsabilidad y, en consecuencia, tienen menor poder adquisitivo y de decisión. Esto tiene que ver con la segregación vertical, remarcó.
Un estudio del PUEG realizado en la UNAM encontró, por ejemplo, que en la licenciatura en matemáticas hay 34 estudiantes mujeres por cada cien hombres, y en ingeniería mecánica hay ocho por cada cien.