Persisten acoso y hostigamiento: académica
Fernando Camacho
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 6
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 6
Feminicidios con alto grado de impunidad, hostigamiento hacia las mujeres en las calles y el transporte público, brecha salarial y división sexual de la educación superior y del trabajo, son signos de la inequidad de género en México, afirmó Ana Buquet Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A propósito del Día Internacional de la Mujer, la académica destacó que la violencia hacia ellas es un tema que aún no se resuelve.
Sus principales vertientes son la violencia intrafamiliar y hacia la pareja. Persisten relaciones con ese ingrediente violento del hombre hacia la mujer, desde lo físico hasta lo sicológico, dijo la especialista en género, sexualidad y educación.
El acoso y el hostigamiento constituyen otras formas de violencia.
Van desde los piropos a los insultos y agresiones al tocar a niñas, jóvenes y adultas. Sistemáticamente, el género femenino sufre este tipo de abusos por parte de los varones, abundó.
Una forma extrema es el feminicidio, que prevalece en diversas entidades, amparado en la impunidad.
En México se asesina a un número considerable de mujeres. No se sabe quiénes lo hacen, no se investiga con seriedad y no se encuentra a los responsables. Es un fenómeno que no se castiga y eso es grave, pues los crímenes ocurren y no pasa nada, subrayó Buquet.
Otro tipo ocurre en el espacio laboral. Una forma de analizarlo es la brecha salarial, pues ellas perciben salarios más bajos.
Ya hay normas que impiden pagar menos por igual trabajo, pero la situación se da porque las mujeres ocupan menos cargos de mayor responsabilidad y, en consecuencia, tienen menor poder adquisitivo y de decisión. Esto tiene que ver con la segregación vertical, remarcó.
Un estudio del PUEG realizado en la UNAM encontró, por ejemplo, que en la licenciatura en matemáticas hay 34 estudiantes mujeres por cada cien hombres, y en ingeniería mecánica hay ocho por cada cien.