Hérika Martínez Prado
Las activistas Marisela Ortiz Rivera y María Luisa (Malú) García Andrade, de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, regresarán a la ciudad porque "éste es el momento menos indicado para abandonar su trabajo", aseguró ayer Marisela, quien luego de las amenazas en su contra, recibió el apoyo de organismos internacionales.
"Amamos profundamente a Ciudad Juárez y vamos a regresar, con miedo, pero confiadas y eso lo vamos a traducir en trabajo, porque éste es el momento menos indicado para abandonar lo que estamos haciendo, y la gente espera que regresemos", aseguró Ortiz Rivera vía telefónica, refugiada fuera de la ciudad.
Después de que intentaron quemar su casa, Malú huyó de la ciudad el pasado 17 de febrero, y después de dos mantas más encontradas el pasado jueves, Marisela Ortiz decidió abandonar la ciudad junto a su familia.
"Éste el momento menos indicado para abandonar esto que estamos haciendo, y cuando haya condiciones justas para que yo regrese a Juárez voy a regresar, porque sigo trabajando y dando instrucciones por teléfono. Estoy fuera de la ciudad porque como prioridad urge salvaguardar la vida, sobre todo por la de mis hijos, pero estoy dispuesta a seguir luchado", aseguró la activista.
Dijo que al enterarse de las amenazas, organismos locales, nacionales e internacionales se pusieron en contacto con ella para solidarizarse, como fue el caso de Amnistía Internacional, la Oficina Ecuménica para la Paz y la Justicia de Alemania, la Organización Mundial Contra la Tortura, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y compañeros activistas locales.
La Asociación Nacional de Abogados Democráticos la está asesorando jurídicamente, mientras que el derechohumanista Gustavo de la Rosa Hickerson lleva su caso.
Debido a la rapidez con la que salió de la ciudad no tuvo tiempo de levantar una denuncia formal ante las autoridades, pero sí lo hará, afirmó.
Dijo no saber a qué se deben las amenazas, pero se confesó muy triste por tener que dejar, al menos temporalmente, su hogar.
"En este momento la situación se ha tornado muy complicada, la delincuencia han rebasado las capacidades de nuestros gobiernos, no existen garantías para nadie, me he preguntado por qué y se me ocurre cualquier cosa; a mí me toca denunciar y a la autoridad encargarse de la investigación", señaló
"Para mí es muy triste y muy doloroso. En este momento yo estoy sufriendo mucho porque no es fácil alejarte de los tuyos, tus intereses, tus compromisos, tengo mi hogar, mi familia, extraño a mis animalitos, a mis plantas. Abandonar todo lo que tienes es como morir un poco, es dejar todo, mis hijos sus amistades, su escuela", comentó con con voz entrecortada.
"Yo trabajo tengo un trabajo honesto, limpio, una trayectoria de muchos años, reconocida a nivel internacional, y solicitaré que se investigue de dónde vienen ?las amenazas–. Estoy luchando de nuevo, no soy una criminal ni una delincuente y si hemos de morir que sea de manera digna", apuntó.
Sabe que no podrá regresar sin miedo a la ciudad, pero asegura que regresará al igual que Malú, porque tienen la ilusión de un Juárez mejor; sólo esperan que se les brinde la seguridad necesaria.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno del Estado, Carlos Silveyra Sayto, aseguró ayer que tras conocer las amenazas se puso en contacto con la familia de la activista para ofrecerle el apoyo estatal, pero se le dijo que debido a amenazas anteriores contaban ya con seguridad federal.
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Frase
Amamos profundamente a Ciudad Juárez y vamos a regresar, con miedo, pero confiadas y eso lo vamos a traducir en trabajo, porque éste es el momento menos indicado para abandonar lo que estamos haciendo, y la gente espera que regresemos"
Marisela Ortiz Rivera
