domingo, 18 de marzo de 2012

Madres de Ciudad Juárez buscan a hijas desaparecidas

 

Un grupo de madres de mujeres secuestradas o asesinadas durante una protesta frente a la Fiscalía en Ciudad Juárez (Foto de archivo).
Un grupo de madres de mujeres secuestradas o asesinadas durante una protesta frente a la Fiscalía en Ciudad Juárez (Foto de archivo).
Alejandro Bringas / EFE

AFP

Las madres de la población mexicana de Ciudad Juárez buscan en el desierto o en la morgue a sus hijas desaparecidas o secuestradas, una situación que recuerda la tragedia vivida en los años noventa, que dejó entre sus habitantes, heridas aún no cicatrizadas.

El desierto del Valle de Juárez, un conjunto de pueblos agrícolas situados a las afueras de la ciudad, fronteriza con EEUU, se ha convertido en un cementerio clandestino de mujeres asesinadas y en lo que va de año se han encontrado al menos 13 cuerpos.

El pasado 7 de febrero, agentes de la Fiscalía General de Chihuahua realizaron un rastreo tras una llamada anónima que alertaba del hallazgo de restos humanos en el suroeste del poblado de San Ignacio, un pequeño municipio dentro del Valle de Juárez.

Las autoridades encontraron los restos de cuatro jóvenes mujeres, algunas desaparecidas desde 2010. Días más tarde se hallaron los restos de otras cinco personas en distintas zonas del mismo poblado.

“En lo que va del 2012 han sido encontrados 9 cuerpos, es decir, restos óseos pertenecientes a nueve cuerpos y hay tres cuerpos probables más, pero de estos no estamos seguros si son de jovencitas también”, dijo el portavoz de la Fiscalía, Carlos González.

“De estos nueve cuerpos confirmados, los familiares han ya identificado a cuatro. Los demás siguen sin identificar”, agregó. A todos ellos se añade un cadáver encontrado en las últimas horas.

El periodista español Javier Juárez, quien ha cubierto los feminicidios en Ciudad Juárez desde hace varios años, afirma que los grupos dedicados al secuestro de mujeres jóvenes han elegido esta zona por el hermetismo que mantienen los residentes.

“Es una zona que ha sido controlada por narcotraficantes, es un lugar muy hermético y difícil de acceder. En nuestras investigaciones hemos encontrado incluso una casa de seguridad donde presuntamente se mantiene cautivas a las mujeres secuestradas”, dijo Juárez a Efe.

Para Imelda Marrufo, coordinadora de la organización Red Mesa de Mujeres, dedicada a apoyar a las madres con hijas asesinadas o desaparecidas en Ciudad Juárez, esta es una situación que “lamentablemente” se veía venir.

“En los últimos años la situación de violencia criminalizada había opacado la de la violencia contra las mujeres. Este nuevo capítulo nos confirma una situación que estábamos previendo que podría suceder”, explicó.

En la década de los noventa Ciudad Juárez vivió una etapa tenebrosa en la que desaparecieron centenares de jóvenes y adolescentes, muchas de ellas aún en paradero desconocido. Ahora, para algunos, el panorama puede ser peor.

“La situación actual es aún más grave de la que ocurrió en la década de los 90”, afirmó Juárez.

“En los últimos cuatro años -añadió- hemos visto la desaparición de cerca de 200 adolescentes, según nuestros datos. Las autoridades dan una cifra mucho menor, pero entre el conteo paralelo de las familias y de nosotros, hablamos de entre 160 y 200”.

El 23 de febrero pasado, María García, madre de Jessica Peña, desaparecida en 2010, recibió una llamada de la fiscalía: su hija había estado en la morgue desde aquel año y necesitaban que la identificara.

La indignación de la mujer, que llevaba dos años buscando a su hija, la llevó a velar los restos de Jessica frente a las instalaciones de la Fiscalía para exigir una disculpa del gobernador y una explicación.

“Hay cuerpos que han permanecido hasta 3 años en la morgue”, denuncia Marrufo, para añadir que ello les causó gran “indignación” porque mientras las madres “buscaban día y noche a sus hijas, los restos ya estaban en la morgue escondidos”.

La Fiscalía de Chihuahua afirma trabajar de cerca con los padres de familia y organizaciones civiles para evitar que los cuerpos queden “olvidados” en las instalaciones del Servicio Médico Forense.

“Lamentablemente se han ido entregando restos óseos de acuerdo a como se van dando las identificaciones. Pero para esto hemos estado muy de cerca con los padres y organizaciones”, comentó González.

“Incluso hace un mes se entregó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos un listado con una base de datos genética para cruzar información y agilizar la entrega e identificación”, agregó.

Para las madres, la entrega de los restos de sus hijas asesinadas les ha dejado un sentimiento ambivalente: por un lado, alivio, porque la búsqueda ha terminado y, por otro, la certeza de que sus hijas fueron asesinadas.

Para otras madres sigue la tragedia: desde 1993 siguen abiertos 116 casos de mujeres desaparecidas, según datos de la Fiscalía, pero el Comité de Madres y Familiares con Hijas Desaparecidas cree que pueden llegar a 200.

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/03/14/1152573/madres-de-ciudad-juarez-buscan.html#storylink=cpy

Identifican a 33 muertas de Ciudad Juárez

Mercedes Doretti, integrante del equipo, informó que también tienen el registro genético de otros 50 cuerpos que no han sido identificados. Foto: AP

Mercedes Doretti, integrante del equipo, informó que también tienen el registro genético de otros 50 cuerpos que no han sido identificados.
03 de marzo de 2012Foto: AP


Daniela Rea


Ciudad de México.- El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los cuerpos de 33 víctimas de feminicidio localizados entre 1993 y 2005 en Chihuahua, con una técnica que no había sido utilizada: el cruce de información de cuerpos no identificados y denuncias de desaparecidas.

En entrevista Mercedes Doretti, integrante del equipo, informó que también tienen el registro genético de otros 50 cuerpos que no han sido identificados porque no coinciden con las denuncias por desaparición presentadas en la entidad hasta el 2009.

"La metodología consistió en cruzar la información de todas las desapariciones de mujeres de Chihuahua desde 1993 hasta el 2009 con todos los restos femeninos no identificados recuperados en Ciudad Juárez y en Chihuahua", refirió.

Por ello, urgió a la Fiscalía de Chihuahua a que envíe esa información a otras procuradurías e incluso a Centroamérica.

Hace unos días, Ricardo Jaramillo, director de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, acusó al equipo argentino de dejar inconcluso el trabajo de identificación.

Sin embargo, con documentos sellados de recibido por la entonces Procuradora Patricia González, el Equipo demostró que entregó en tiempo y forma el perfil genético.

Doretti recordó que desde 2007 sugirió al Gobierno estatal un plan para que familiares de mujeres desaparecidas en el norte del País acudieran a la entidad para corroborar los datos genéticos.

En 2005, la Procuraduría de Chihuahua los contrató para analizar los restos de 30 mujeres.

El trabajo del equipo argentino, conformado por 15 especialistas entre patólogos, antropólogos, genetistas, arqueólogos, una maestra, una socióloga y abogados de México, Argentina, Portugal, Colombia, y Estados Unidos, no fue nada sencillo.

Luego de una ardua búsqueda en el Servicio Médico Forense de Ciudad Juárez y en el C4 de Chihuahua, de revisar los libros en cementerios locales, así como la Osteoteca y la Sala de Embalsamamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciudad Juárez, el equipo argentino localizó otros 50 cuerpos.

Recolectaron información, cruzaron los datos genéticos, antropológicos y los antecedentes de cada caso. Lograron lo que la entonces Procuraduría no pudo en más de una década: darles nombre a las mujeres asesinadas en esa ciudad fronteriza.

"El EAAF identificó 33 de estos restos femeninos y excluyó tres identificaciones oficiales, estas últimas correspondientes al Campo Algodonero. En los 33 casos, los restos fueron devueltos a sus familiares y los dictámenes fueron entregados a las autoridades correspondientes", dijo Doretti.

Apenas en octubre del 2010, al Equipo aún le quedaban 50 cuerpos por reconocer, pero ya había agotado todas las vías posibles para identificarlos. Por ello, ahora insisten en el llamado urgente a la Fiscalía para darle nombre a esas 50 mujeres.