domingo, 29 de marzo de 2015

Suman 11 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez este mes

Hallan el cuerpo de una fémina en Chihuahua; reportan desaparición de tres jóvenes en Parral
Rubén Villalpando
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 29 de marzo de 2015, p. 23
Ciudad Juárez, Chih.
La madrugada de este sábado, en la colonia Luis Echevarría, de esta ciudad, fue encontrada una mujer muerta a golpes afuera de su casa, en el cruce de las calles Isla Córcega y Guillermo Prieto.
La víctima de 65 años se llamaba Josefina Arredondo, vivía sola desde hace más de ocho años, y en algunas ocasiones era visitada por sus dos hijas que viven en El Paso, Texas, informaron vecinos y familiares a los peritos del Servicio Médico Forense. Con este caso son 11 las mujeres que han localizadas sin vida en este mes.
En Chihuahua capital, la tarde de ayer fue hallado el cuerpo de una mujer en avanzado estado de descomposición dentro de una casa ubicada en la colonia Urbi Villas del Prado. Vecinos avisaron a la policía municipal de una vivienda salían olores fétidos, por lo que al revisar la casa de la calle Praderas de Mali con numeral 13324 se percataron del cuerpo. La mujer se encontraba sobre la cama, semidesnuda y presuntamente fue asesinada con violencia.
Además, una mujer fue herida de tres balazos luego que dos hombres ingresaron a su vivienda en la calle Adolfo López Mateos, colonia Unidad Presidentes, y le disparon dentro de la cochera. No hubo detenidos. La víctima responde al nombre de Guadalupe Lucero Solís, de 50 años.
En ese contexto, los hermanos Aldo Hedrei, Rafael Hitiel y Rosendo Fernando Laija Herrera, trabajadores de un aserradero en el municipio de Parral, desaparecieron el pasado viernes. Amada Herrera, madre de los tres, pidió ayuda de los ciudadanos y a las autoridades policiacas para encontrar a los jóvenes que salieron de su vivienda en la colonia PRI a temprana hora, y partieron a laborar, pero nunca llegaron a su trabajo.

jueves, 26 de marzo de 2015

Histórico amparo de la Corte a la madre de una víctima de feminicidio en Edomex

  • La mató Julio César Hernández Ballinas, quien era su esposo, asegura Irinea Buendia
  • Ordena a la procuraduría mexiquense revisar las omisiones que derivaron en absolución del asesino
Jesús Aranda
 
Periódico La Jornada
Jueves 26 de marzo de 2015, p. 13
En una decisión histórica, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a la madre de una víctima de feminicidio, quien demandó que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) revise las omisiones en que incurrió, que derivaron en la absolución del esposo de la víctima, en un proceso penal plagado de irregularidades. Además, para que el asunto se investigue como homicidio y no como suicidio.
Por primera vez, la primera sala de la SCJN estableció criterios para que la PGJEM y sus homólogas del país investiguen la muerte violenta de mujeres desde una perspectiva de género. Asimismo, señaló que el Ministerio Público debe preservar adecuadamente las evidencias, la escena del crimen, recuperar el material probatorio, identificar e interrogar a los testigos, y realizar las autopsias con personal capacitado para determinar si se trata de un crimen de odio hacia las mujeres.
Por unanimidad, los ministros ampararon a Irinea Buendía, madre de Mariana, quien fue asesinada el 28 de junio de 2010, en Chimalhuacán, estado de México, horas después de que le había revelado que iba a presentar una demanda contra su esposo, el policía judicial Julio César Hernández Ballinas, por la violencia que había sufrido durante año y medio. La Corte ordenó a la procuraduría mexiquense que la averiguación previa contemple todas las líneas de investigación para determinar las causas del homicidio.
En su sentencia, la sala cuestionó a la procuraduría mexiquense –en ese entonces a cargo de Alfredo Castillo, quien fue comisionado federal en Michoacán– porque no investigó el asunto con perspectiva de género, a pesar de que se tenía conocimiento de la grave problemática estatal y nacional de muertes de mujeres. Señala que la PGJEM contaba con protocolos para investigar que no se cumplieron, además de que no se protegió la escena del crimen, no se recogió evidencia y no se investigó la conexión entre el esposo de la víctima y los policías que investigaron los hechos, así como otras irregularidades que ocurrieron durante el proceso.
Durante la sesión, la ministra Olga Sánchez Cordero dijo que la sentencia es de la mayor trascendencia, en virtud de que analiza la cultura de la violencia contra la mujer en nuestro país y su impacto negativo en el actuar y diligencia de las procuradurías de Justicia en la conducción de averiguaciones previas, así como la percepción de los órganos jurisdiccionales ante asuntos de esta naturaleza”.
Entrevistada al término de la sesión, Irinea Buendía dijo que los ministros estuvieron a la altura de las circunstancias y que su lucha por que se haga justicia en el asesinato de su hija continúa.
Esto va a ayudar a que se haga justicia en todos los feminicidio que hay en México, dijo, visiblemente emocionada. Ya es suficiente con lo que los misóginos han hecho con nuestras mujeres, señaló.
El abogado Rodolfo Domínguez destacó que la decisión de la Corte constituye un mensaje a las autoridades del estado de México para que atiendan el creciente problema de feminicidio en esa entidad.
Cuando ocurrió el crimen el homicida era judicial, pero fue ascendido a comandante en Toluca
René Ramón e Israel Dávila, corresponsales
Nezahualcóyotl, Méx.
Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió un amparo en su favor, Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendía, abogada asesinada por su esposo en 2010, destacó que persistirá en su lucha por que se haga justicia en el caso de su hija.
El asesino de Mariana, indicó, es Julio César Hernández Ballinas, quien entonces se desempeñaba como policía judicial en Chimalhuacán.
En Toluca, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) informó la tarde de ayer que cumplirá cabalmente la ejecutoria señalada por la primera sala de la SCJN, que ordenó reabrir el caso de la muerte de Lima Buendía, ocurrida en 2010 en el municipio Chimalhuacán, e investigar el asunto con el tipo penal de feminicidio.
En un comunicado, la dependencia estatal explicó que la investigación se radicará en la Fiscalía Especializada en Feminicidios, instancia que agotará todas las líneas de investigación que se desprendan de la resolución de los magistrados.
Precisó que la investigación por la muerte de la joven no se ha cerrado, y que se ha sustituido al personal a cargo de la misma para garantizar imparcialidad en la aplicación de la justicia.
La madre de Mariana dijo que la resolución de la Corte sienta un precedente favorable para hacer justicia en los casos de femenicidio en México, y destacó que la PGJEM no tomó en cuenta los testimonios de la familia, que sostiene que la joven abogada era víctima de violencia doméstica. Tampoco le creyeron cuando su hija amaneció muerta, el 29 de julio de 2010, en la vivienda que compartía con su esposo –quien tenía 45 años de edad–, en el municipio de Chimalhuacán, estado de México.
El MP determinó suicidio
Precisó que el policía ministerial que asesinó a su hija ya dejó el cargo en el Centro de Justicia de Chimalhuacán, porque fue ascendido a comandante en Toluca.
Desde que falleció Mariana, Irinea Buendía ha denunciado que la pareja de su hija alteró la escena del crimen para hacer pensar que la joven, quien tenía 29 años, se había suicidado. Cuando mi hija decide separarse de él, la asesina; él siempre le dijo que prefería asesinarla a permitir que lo dejara.
El Ministerio Público determinó que se trató de un suicidio por ahorcamiento, pero el cuerpo fue hallado recostado en la cama, la vivienda no fue protegida para evitar que la escena fuera alterada y la policía no quiso entrevistar a los amigos y familiares que denunciaban violencia intrafamiliar.
“Cuando él me habló –en 2010– para decirme que mi hija se colgó, yo le respondí: ¡Pero si ya la mataste, hijo de la chingada!”

martes, 24 de marzo de 2015

Prevalecen en México deficiencias en tratamiento de violencia de género: AI

mar, 24 mar 2015 12:11
México, DF. Las leyes federales y locales promulgadas desde 2007 para mejorar los procesos de investigación y prevención de la violencia contra las mujeres son ampliamente ineficaces o no se han aplicado, además de que prevalecen las deficiencias en el tratamiento efectivo de los casos, señaló Amnistía Internacional (AI).
En un comunicado, la organización de derechos humanos lamentó que en México se violan diariamente los derechos humanos de mujeres y niñas, en medio de una impunidad "generalizada", incluso para prácticas graves como  el abuso sexual y el feminicidio.
"El sistema de justicia mexicano ha demostrado ser insuficiente para afrontar la investigación con perspectiva de género de casos de violencia contra la mujer. Con frecuencia las investigaciones presentan irregularidades como la demora en su iniciación, la lentitud de las mismas o inactividad en los expedientes, negligencias e irregularidades en la recolección y realización de pruebas y en la identificación de víctimas, pérdida de información y la falta de consideración de las agresiones a mujeres como parte de un fenómeno de violencia de género", subrayó AI.
“Una investigación efectiva que permita esclarecer las circunstancias en las que ocurrieron los hechos, constituye un paso necesario para el conocimiento de la verdad, por ello debe garantizar que los funcionarios públicos rindan cuentas por incumplimiento de sus obligaciones tanto para proteger a las mujeres claramente en riesgo, como para investigar a los responsables de actos de violencia contra las mujeres”, señaló Perseo Quiroz, Director Ejecutivo de la organización en México.
El derecho a una vida libre de violencia "conlleva la obligación de prevenir la violencia contra mujeres y niñas, incluyendo la violencia doméstica, las desapariciones, la tortura y los homicidios, especialmente el feminicidio; investigar, procesar y castigar a los perpetradores, sean estatales o no estatales; proveer reparación para las mujeres que hayan sido víctimas de violencia. Dicha obligaciones adquieren mayor relevancia en un contexto de violencia contra la mujer donde las autoridades investigadoras deben explorar las líneas de investigación necesarias a fin de determinar la verdad de los hechos", recalcó Amnistía.
Por todo lo anterior, el colectivo con sede en Londres hizo un llamado a las autoridades a garantizar la realización de investigaciones exhaustivas, independiente e imparciales que incorporen perspectiva de género, la provisión de reparación integral para las víctimas y sus familias y la realización de cambios en políticas y prácticas para erradicar la violencia contra las mujeres.

sábado, 21 de marzo de 2015

La basurización del cuerpo de las mujeres, un paso más del feminicidio, dicen activistas

  • Especialistas abordan en jornadas la violencia de género y los derechos humanos
  • Aunque se ha detectado modus operandi de secuestro y cautiverio, no se investiga, denuncian
Laura Poy Solano
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de marzo de 2015, p. 9
El incremento en los casos de feminicidio y desaparición de mujeres –incluidas niñas, adolescentes y jóvenes– coloca a México en alerta roja, advirtieron especialistas, quienes señalaron que la violencia de género se ha recrudecido en el país. “Hay un nuevo concepto que evidencia esta realidad: la basurización del cuerpo femenino. A las mujeres nos tiran como basura”, afirmaron.
Destacaron que pese a que se ha detectado el modus operandi para el secuestro y cautiverio de mujeres y niñas, no se investiga. Hay protocolos de cómo dar seguimiento a estos delitos, pero no se aplican. Enfrentamos a un Estado que se involucra, ya sea porque hay funcionarios, militares y policías que participan directamente, o por su omisión y consentimiento.
Reunidas en las Jornadas de Reflexión sobre la Violencia de Género y los Derechos Humanos, convocadas por profesores y alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacaron que los patrones sociocultarales que favorecen una creciente agresión hacia las mujeres siguen presentes, porque se ligan no sólo con una dominación patriarcal de la sociedad, sino con un modelo de capitalismo salvaje que nos debe llevar a cuestionar también la construcción de las masculinidades y el rol de la competencia entre pares.
Juristas, historiadoras, sociólogas, antropólogas y activistas alertaron que el feminicidio no es un fenómeno que sólo afecte la zona fronteriza del norte del país.
Está presente en todo el territorio nacional, como el estado de México, Durango, Michoacán, Colima, Baja California, Querétaro y Sinaloa, entre otros, donde detectamos que el sistema jurídico y de gobierno no responde con eficacia al delito de la violencia de género, afirmó María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio.
En cuanto a cifras, reveló que de 2012 a 2013 se detectaron en todo el país 3 mil 892 casos de asesinatos de mujeres, de los cuales, dijo, sólo 15.7 por ciento –es decir, 613 casos– se están investigando como feminicidios, y no hay más de 2 por ciento con una sentencia, pese a que en 46 por ciento de los expedientes se consigna que la muerte ocurrió por uso excesivo de la fuerza.
“Las estrangularon, las quemaron o murieron por golpes, y sus restos son localizados en bolsas. Es decir, las encontramos embolsadas, como ocurre en Chalco, estado de México. Son zonas específicas donde las estamos localizando en bolsas. Es la basurización del cuerpo femenino, a las mujeres nos tiran como basura. Es lo que nos está preocupando mucho”.
Agregó que el feminicidio ha cambiado en 20 años. Sigue presente en México, pero es diferente a los casos que veíamos hace dos décadas. Está cambiando el rostro y el mensaje. Hemos trabajado mucho, logramos sentencias, pero no revertimos el efecto de esta violencia contra las mujeres, y no alcanzamos esa meta porque los gobiernos no están comprometidos realmente con erradicarla.

martes, 10 de marzo de 2015

Marchan familiares de asesinadas y desaparecidas en Juárez

**Realizan una marcha de desagravio para denunciar el nulo avance en las investigaciones de sus casos.


La CrónicaCiudad Juárez, Chih.- Familiares de mujeres desaparecidas y asesinadas en Ciudad Juárez realizan una marcha de desagravio para denunciar el nulo avance en las investigaciones de sus casos.
El grupo integrado aproximadamente por 150 personas salió del Monumento a Juárez y recorrerán la avenida 16 de septiembre y la Avenida Juárez hasta llegar al puente Santa Fe donde realizarán un acto conmemorativo en la Cruz de clavos que representa a cada una de las mujeres muertas en la ciudad.
Los familiares de las mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio son acompañados por artistas urbanos, integrantes del Frente Ayotzinapa y el colectivo Resiste.
Entre consignas como "vivas se las llevaron, vivas las queremos" y gritos exigiendo justicia, el contingente avanza por la avenida 16 de Septiembre.

lunes, 9 de marzo de 2015

En el Día de la Mujer, encuentran a dos asesinadas en Ciudad Juárez

  • Una fue ultimada a golpes en una casa y la otra asfixiada y su cadáver arrojado a la calle
  • Marchan padres de extraviadas para demandar eficiencia a las autoridades
  • Activistas señalan que desde 2005 se han cometido más de 1,500 feminicidios en el Edomex
  • Protesta en Chiapas
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Keila González se enjuga las lágrimas y muestra una fotografía de su madre extraviada, Marisol González, durante una manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer en Ciudad Juárez, ChihuahuaFoto Reuters
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En Morelia, Michoacán, un grupo de purépechas participa en el undécimo Encuentro de uarhukua chanakua, juego milenario que, según la leyenda, fue creado por los pobladores originarios de esta región para hacer frente a las catástrofes naturales provocadas por el renacimiento de la quinta estrella. El juego recibe varios nombres, según la modalidad y la zona. La variante más popular se practica con una pelota de trapo, llamada uarhukua pasiri a kuri Foto Cuartoscuro
De los corresponsales
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2015, p. 31
En el Día Internacional de la Mujer, dos fueron asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Una fue ultimada a golpes en una vivienda, y otra asfixiada y su cuerpo abandonado en la calle. En esa localidad familiares de desaparecidas marcharon para recordarlas y exigir a las autoridades que las hallen.
En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, aproximadamente 200 mujeres marcharon para exigir que se detenga la violencia en su contra, y en Ecatepec, estado de México, alrededor de 300 participaron en el baile Un billón de pie, en rechazo a la esclavitud y las agresiones a ese sector.
La mañana del domingo, Lluvia Graciela López, de 18 años, fue asesinada a golpes en una vivienda ubicada en las calles Calchaquíes y Otomíes, colonia Azteca.
Cerca de las 8:20 horas, policías de Ciudad Juárez acudieron al domicilio, donde se encontraba el cónyuge de la muchacha, Édgar Franco, de 31 años, quien dijo que él la encontró muerta. Sin embargo, al ser interrogado se contradijo, por lo que fue detenido.
Antes, en los primeros minutos de ayer, desconocidos tiraron en una calle de la colonia Barrio Alto, en la zona centro de Ciudad Juárez, el cadáver de una joven de aproximadamente 25 años.
La chica vestía pantalón negro, botas cafés, blusa blanca y chamarra de mezclilla; tenía una bolsa de plástico transparente en la cabeza, por lo que las autoridades presumen que murió por asfixia.
Para recordar que el 8 de marzo es día de lucha, no de homenajes, una veintena de padres de desaparecidas marcharon y pegaron pancartas con copias de las pesquisas para exigir a las autoridades celeridad y eficiencia.
En San Cristóbal de las Casas, alrededor de 200 mujeres, acompañadas por algunos hombres, marcharon para exigir que pare la violencia en su contra.
Las manifestantes pidieron también que cese la privatización de los bienes naturales, como el agua, porque es un despojo contra pueblos y comunidades.
Por más de una hora, las mujeres caminaron desde el sur hasta el centro de la ciudad y al final realizaron un mitin, en el que diversos grupos anunciaron la formación del Movimiento en defensa de la tierra y el territorio y por la participación y el reconocimiento de las mujeres en las decisiones.
En Ecatepec, estado de México, unas 200 mujeres acudieron al baile Un billón de pie, en la explanada municipal.
Aseguraron que de 2005 a la fecha cerca de mil 500 mujeres han sido asesinadas de manera brutal en la entidad y que Ecatepec ocupa el quinto lugar nacional en feminicidios y el primero en el estado, según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
Encabezadas por la diputada local con licencia Xóchitl Arzola y la presidenta de la organización no gubernamental Comisión Unidos contra la Trata, Rosi Orozco, señalaron que ya no puede permitirse el tráfico de mujeres.
En Yucatán, el Consejo Estatal de Población dio a conocer que las mujeres suman 49.84 por ciento de las personas económicamente activas de 14 años o más, y la mayoría son empleadas del sector comercial.
Detalló que 50.3 por ciento de las yucatecas que participan en la economía estatal están en el comercio; en los servicios, 48.8 por ciento; en la industria manufacturera, 47.4 por ciento, y en el sector agropecuario, 5.01 por ciento.
(R. Villlalpando, E. Henríquez, J. Salinas y L. A. Boffil)

domingo, 8 de marzo de 2015

Luchando hasta encontrarlas - 8 de marzo: Ciudad Juárez



¿Qué es la violencia de género?


Ocho de marzo: agravios y simulaciones


L
a conmemoración oficial del Día Internacional de la Mujer, que se realiza hoy en nuestro país, debe contrastarse con la persistencia de condiciones desfavorables, lacerantes y hasta trágicas que enfrentan millones de mujeres a raíz de la crisis de seguridad y la disolución del estado de derecho en diversas regiones, de la simulación institucional y de la crisis económica en ciernes.
En el primero de esos ámbitos, el contexto de generalizada inseguridad que se ha instaurado en el país y que se mantiene a pesar de la autocomplacencia oficial, continúan los feminicidios en diversas entidades, así como los casos de explotación sexual, la violencia doméstica y los abusos contra mujeres mayores y menores de edad. Para colmo, la impunidad imperante para los responsables de agresiones contra activistas y defensores de derechos humanos en general se ceba particularmente contra la porción femenina de ese sector.
De acuerdo con la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, entre 2010 y septiembre de 2014 han ocurrido 32 asesinatos de defensoras y mujeres periodistas en el país; al tiempo que se han documentado cientos de agresiones de diversos tipos contra activistas y comunicadoras, fenómeno que ha ido creciendo año con año.
Por lo demás, los avances inocultables alcanzados en décadas recientes respecto de la representatividad y los derechos políticos de las mujeres siguen con la asignatura pendiente de abrirse paso en un entramado institucional en que persisten las prácticas machistas y patriarcales. Muestra de ello es el hecho de que las candidaturas femeninas de los partidos políticos, obligados por la ley a cumplir en cuotas de género, suelen postularse en los distritos en los que históricamente no triunfan.
Son tristemente célebres, por añadidura, las recurrentes renuncias de legisladoras que, tras haber arribado a cargos de elección popular, ceden sus escaños a varones, en un claro ejemplo de simulación y fraude institucional.
En el terreno económico, las mujeres deben hacer frente, al igual que los hombres, al desempleo, la carestía y la caída del poder adquisitivo de los salarios e ingresos personales, pero lo hacen desde una circunstancia de mayor desprotección y vulnerabilidad: debe recordarse, al respecto, que son mujeres quienes realizan prácticamente la totalidad del trabajo doméstico no remunerado en el país, y que ese sector de la población padece una discriminación histórica en cuanto al nivel de ingreso, el acceso al empleo y a la educación. Más aún: si bien es cierto que la falta de empleo es un drama personal para ambos géneros, para el sexo femenino la pérdida del trabajo suele conllevar la disminución de la independencia y de la soberanía personales.
En tales circunstancias, los discursos oficiales y los actos de propaganda partidista con motivo del 8 de marzo se presentan como un acto más de simulación y un gesto demagógico y mediático, que no sólo no atenúan, sino profundizan los agravios padecidos por la porción femenina de la población. Hay mucho por trabajar aún en este país para que la circunstancia de sus mujeres se vuelva un motivo de festejo.

Madres de los 43 exhortan a decir ¡ya basta!contra violencia y feminicidios

Piden mantener la unidad contra la injusticia y la represión
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Las mujeres aún somos consideradas objetos desechables en el ámbito laboral, social y económico, se dijo ayer en el foro Las mujeres y AyotzinapaFoto Yazmín Ortega Cortés
Laura Poy Solano
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 7
Madres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, activistas sociales y alumnas de la Escuela Normal Rural de Tamazulapan, Oaxaca, exhortaron a la sociedad a mantener la unidad en la lucha contra la injusticia y la represión, pero también a decir ¡ya basta! contra los actos de violencia, desaparición forzada y feminicidios que afectan al país.
En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, enfatizaron que la igualdad de género aún no es una realidad en México. Recordaron que en Chihuahua, estado de México, Distrito Federal y otros estados, los casos de feminicidio se siguen incrementando. Las mujeres desaparecidas aumentan, advirtieron.
Seguimos sin obtener una verdadera igualdad y equidad como seres humanos. Las mujeres aún somos consideradas objetos desechables en el ámbito laboral, social y económico, afirmó Alejandra Torres, de la organización Pan y Rosas.
Reunidas en el foro Las mujeres y Ayotzinapa, convocado por el magisterio disidente del Distrito Federal y diversos colectivos sociales, señalaron que ante la falta de acceso a la justicia y la verdad: No vamos a callarnos ni a dejar de salir a las calles para exigir que se castigue a los culpables de los actos de violencia y represión contra la población, y en especial contra las mujeres.
En el acto, Carmen Cruz, madre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, uno de los 43 estudiantes normalistas que permanecen desaparecidos, afirmó que seguimos con la convicción de continuar la lucha a cinco meses de su ausencia. Queremos dejar muy en claro al gobierno federal que no tenemos miedo. Por eso les pedimos que no dejen de unirse y organizarse, porque ellos saben dónde están nuestros hijos y si no los han encontrado es porque no han querido.
Norma Andrade, activista y cofundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, afirmó que México es un país que se está desmoronando en pedazos y no hacemos nada.
Por ello llamó a la unidad de todos los referentes de lucha social para “decir ¡ya basta! No queremos más represión, más violencia ni feminicidios”.
Agregó que la lucha contra la desaparición forzada y el feminicidio debe involucrar a todos los mexicanos. Hemos revisado el marco jurídico y a nivel federal se establece que el delito de la desaparición forzada puede sancionarse hasta con 40 años de prisión, pero en Chihuahua, también puedes ir a la cárcel por ese mismo lapso si te robas una vaca. O sea, parece que valemos igual o menos que una vaca.
En el encuentro en que participó Thalía Vázquez Alatorre, ex abogada de José Manuel Mireles, ex vocero de las autodefensas en Michoacán, Norma Andrade aseguró que se requiere de la unidad de todas las madres, las de Ciudad de Juárez, las de Ayotzinapa, las de Ecatepec, que buscan a sus hijas, y de todas las organizaciones para transformar este país y dejar de ser manipulados por este gobierno.
Las asistentes, recordaron que sin unidad no se podrá avanzar en el cambio que necesita este país.
Y propusieron que habría que imaginar un día sin mujeres, qué pasaría con la economía, con el gobierno, si una mañana simplemente dejáramos de hacer lo que cada día realizamos, quizás entonces podríamos alcanzar una verdadera igualdad de derechos.

Prevalece feminicidio como forma extrema de violencia

Persisten acoso y hostigamiento: académica
Fernando Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2015, p. 6
Feminicidios con alto grado de impunidad, hostigamiento hacia las mujeres en las calles y el transporte público, brecha salarial y división sexual de la educación superior y del trabajo, son signos de la inequidad de género en México, afirmó Ana Buquet Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A propósito del Día Internacional de la Mujer, la académica destacó que la violencia hacia ellas es un tema que aún no se resuelve.
Sus principales vertientes son la violencia intrafamiliar y hacia la pareja. Persisten relaciones con ese ingrediente violento del hombre hacia la mujer, desde lo físico hasta lo sicológico, dijo la especialista en género, sexualidad y educación.
El acoso y el hostigamiento constituyen otras formas de violencia. Van desde los piropos a los insultos y agresiones al tocar a niñas, jóvenes y adultas. Sistemáticamente, el género femenino sufre este tipo de abusos por parte de los varones, abundó.
Una forma extrema es el feminicidio, que prevalece en diversas entidades, amparado en la impunidad. En México se asesina a un número considerable de mujeres. No se sabe quiénes lo hacen, no se investiga con seriedad y no se encuentra a los responsables. Es un fenómeno que no se castiga y eso es grave, pues los crímenes ocurren y no pasa nada, subrayó Buquet.
Otro tipo ocurre en el espacio laboral. Una forma de analizarlo es la brecha salarial, pues ellas perciben salarios más bajos. Ya hay normas que impiden pagar menos por igual trabajo, pero la situación se da porque las mujeres ocupan menos cargos de mayor responsabilidad y, en consecuencia, tienen menor poder adquisitivo y de decisión. Esto tiene que ver con la segregación vertical, remarcó.
Un estudio del PUEG realizado en la UNAM encontró, por ejemplo, que en la licenciatura en matemáticas hay 34 estudiantes mujeres por cada cien hombres, y en ingeniería mecánica hay ocho por cada cien.

sábado, 7 de marzo de 2015

Función: DOS MUJERES - Chihuahua


Feminicidio y violencia feminicida

Miguel Concha
S
on distintas a lo largo de la historia las luchas que construyen un movimiento más amplio de reivindicación de los derechos de las mujeres. Muchas de éstas incluso son poco o nada reconocidas en la historia oficial, y su importancia más bien ha sido rescatada por las mismas mujeres. Mañana conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, y por ello, en el contexto de esta efeméride, seguimos visibilizando a las mujeres víctimas de feminicidio. Continuamos exigiendo su aparición con vida, y seguimos demandando justicia para ellas, para todas.
Organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos de las mujeres han documentado estos casos a escala nacional. El Estudio de la implementación del tipo penal del feminicidio: causas y consecuencias, 2012-2013, presentado a finales de 2014 por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, da cuenta de la lastimosa realidad a la que las mujeres se enfrentan, pues las condiciones estructurales están dadas para que exista esta forma de violencia más extrema contra ellas.
Todos los estados, excepto Chihuahua, tipificaron el feminicidio, pero de ellos sólo en 14 es posible acreditar ese tipo penal. En los otros 17 en cambio es casi imposible poder hacerlo, y por ello las organizaciones de la sociedad civil exigen su homologación en toda la República.
La reforma al Código Penal Federal incluyó en esta materia las reformas a la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República (PGR), y a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), la cual contempla la obligación de la PGR de emitir e implementar protocolos de investigación del delito de feminicidio con perspectiva de género. Sin embargo, de las 32 entidades federativas sólo 10 establecen esta obligación de elaborar y aplicar protocolos de investigación, y de éstas, sólo siete los han emitido, aplicado, y obligado su aplicación.
Según el estudio, en el periodo 2012-2013 3 mil 892 mujeres fueron asesinadas, aunque de estos casos sólo 613 son investigados como feminicidio, y únicamente en 1.6 por ciento de ellos hay sentencia. En 25 por ciento hay consignación; 24 por ciento se encuentra sujeto a investigación, y en 43.5 por ciento la autoridad no informa sobre la situación legal. En 80 por ciento se desconoce al agresor; 41 por ciento de las mujeres tenían entre 20 y 40 años, pero se desconoce la edad en 28 por ciento de ellos. En el 20 por ciento de los casos las mujeres fueron asesinadas por su pareja, y sus cuerpos fueron encontrados en la vía pública (21 por ciento) o en su domicilio (10 por ciento).
Las crueles y brutales formas como estas mujeres fueron asesinadas por razones de género ponen de manifiesto una cultura misógina y machista, producto de un sistema patriarcal en el que sus cuerpos y sus vidas son objetos que pueden ser lacerados y desechados en cualquier momento.
Pero el Estado es también causa estructural de este problema, pues a la hora de concretar la omisión de sus obligaciones de promover, respetar, proteger y garantizar la vida de las mujeres –obligaciones a las que se comprometió a través de las ratificaciones de la Convención de Belem do Pará, y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)–, el feminicidio se realiza con el consentimiento de las instituciones.
Desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló la responsabilidad del Estado mexicano en el caso Campo Algodonero, las familias, con el acompañamiento de organizaciones civiles y del movimiento feminista, y el apoyo de colectivos y personas solidarias, iniciaron diversas acciones, que van desde el logro de la tipificación del delito de feminicidio hasta la denuncia pública a escala nacional e internacional de la violencia feminicida que se padece en México.
Son las familias –las madres principalmente– las que se enfrentan primeramente a la estigmatización de sus desaparecidas o asesinadas; a la criminalización por parte del Ministerio Público cuando acuden a denunciar esos hechos, y a la victimización y la falta de acceso a la justicia.
En suma, en palabras de Marcela Lagarde, la violencia feminicida es el extremo, la culminación de múltiples formas de violencia de género hacia las mujeres, que atentan contra sus derechos humanos y las conducen a variadas formas de muerte violenta, y son toleradas por la sociedad y el Estado.
Y por lo que se refiere al tema de la Declaratoria de Alerta de Género, mecanismo establecido en la LGAMVLV, ninguna de las peticiones que han sido presentadas a la Secretaría de Gobernación desde la sociedad civil ha sido aceptada, aun cuando hay informes, con datos contundentes, que comprueban la urgencia de implementar dicho mecanismo. Es preciso entonces denunciar que la exigencia de estas familias y defensoras por obtener justicia ha tenido como consecuencia reprobable el acoso, el amedrentamiento, la persecución y la amenaza por parte del Estado, o de cualquier otro particular involucrado en estos casos.
Y es fundamental señalar que si bien garantizar a las víctimas el acceso a la justicia, el derecho a la verdad y a la no repetición es obligación del Estado, es el movimiento de las familias de las víctimas de feminicidio –mujeres de todas las clases sociales– el que se esfuerza por generar un tipo de justicia distinto al que se podría obtener en el campo de lo judicial: una justicia libre de relaciones de poder de los hombres hacia las mujeres. Una justicia reivindicativa a favor de las mujeres. Una justicia social libre del patriarcado.
Refrendemos este 8 de marzo nuestro compromiso con estas luchas.