Norma Andrade, activista y fundadora de la organización
Nuestras Hijas de Regreso a Casa en Ciudad Juárez,
México se encuentra estable aunque aún delicada de salud, tras una recaída luego de que el 6 de diciembre fuera súbitamente dada de alta del hospital donde era atendida por heridas con arma de fuego. La precipitada salida de la clínica habría sucedido debido a presuntas amenazas al personal, forzando la suspensión de su atención médica.
Andrade sobrevivió al atentado ocurrido el 2 de diciembre luego de que unos sujetos armados abrieron fuego cuando ella se transportaba a bordo de su camioneta en las cercanías de su casa. Al ataque le han seguido tácticas de intimidación y amenazas para que abandone su búsqueda de justicia por los múltiples feminicidios que tienen azorada a la fronteriza Ciudad Juárez, y entre los cuales, reclama el de su hija Lilia García de 17 años, ocurrido en febrero del 2001.
Huberto Robles, miembro activo y administrador desde la Ciudad de México del portal de Nuestra s Hijas de Regreso a Casa, dijo en entrevista con AOL Latino que Andrade padece además de diabetes e hipertensión, por lo que agravó su condición cuando le interrumpieron cuidados y tratamiento. Agregó que está convaleciente, pero también amenazada de muerte, por lo que "urge" sacarla de Ciudad Juárez.
"[Andrade] está ahorita en una casa de seguridad de Ciudad Juárez, y la idea es, que nosotros estamos tratando de presionar, nosotros, la sociedad civil y las organizaciones, al gobierno de Chihuahua y al federal, a que nos ayuden y nos faciliten todo para poder traer a Norma y a los hijos de Norma, a México, a la ciudad de México, urge, es urgente".
La mujer de 51 años resultó herida de bala en el tórax y un brazo en lo que las autoridades llamaron un intento de asalto, mientras su familia asegura desesperadamente se trató de un atentado.
Malú García, hija de Andrade, vive autoexiliada en la ciudad de México y se encuentra en Juárez tras el ataque. En un comunicado, García informó que después del atentado, su madre y ella recibieron amenazas mediante una manta colocada en el lugar de trabajo de la primera, y que según testigos, agentes de la policía local acudieron a retirarla por lo que no se percataron con exactitud de la leyenda incluida. Sin embrago, García afirma que lo que los vecinos sí pudieron ver, fue que su nombre estaba escrito con tinta roja y un breve mensaje que explicaba que lo ocurrido a su madre era "solo un susto".
García Andrade narra que al enterarse del suceso, acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte para solicitar copias fotográficas de la manta y así corroborar su contenido, pero le informaron que quienes la habían recogido eran policías de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
"La respuesta de la SSPM fue que desconocía de qué estaban hablando [la Policía Ministerial] y que ninguno de sus elementos había recogido alguna manta en el lugar en mención. Ante la insistencia de la Policía Ministerial quienes son los encargados de la investigación del atentado del cual fue víctima mi mamá, la SSPM reconoció que efectivamente, elementos de su dependencia recogieron la manta pero que desconocen el paradero de la misma", dice el texto de García Andrade.
García también informó que personal del hospital donde se recuperaba su madre, recibió llamadas de individuos no identificados quienes amenazaron con atacar el inmueble por haberle prestado atención medica.
"Esta misma información fue corroborada por parte de uno de los agentes que están a cargo de la investigación del atentado", continúa el comunicado y luego explica que, algunas clínicas locales se rehúsan a admitir personas que lleguen heridas por impactos de bala, ya que se trata de casos de alto riesgo pues "meses atrás en ciudad Juárez a enfermeros y médicos se les ha amenazado y a algunos los han asesinado por atender a personas con estas lesiones".
Para Humberto Robles, tanto Norma como Malú, son mujeres valientes que sacan fuerza de la tragedia, como lo hace -dice- la mayoría de las mujeres de la lastimada Ciudad Juárez.
"Lo que pasa es que Malú ya había recibido amenazas de muerte a principios de año, incluso le incendiaron su casa, digamos que, no sé cómo decirlo para que no suene 'tonto', pero ya está acostumbrada. Ya están acostumbradas las dos, han recibido amenazas desde hace años, han sido acosadas y bueno esto era ya lo que nos faltaba ¿no? Un atentado. Por eso es urgente y Malú, lo entiende perfecto, que hay que sacar a su mamá y a sus sobrinos de Ciudad Juárez y creo que el ejemplo de Malú, de Norma y de muchas mujeres de los casos de feminicidio, es que ellas transforman su dolor en fuerza. Entonces están súper combativas y ese es el ejemplo que nos toca seguir a todos, ¿no? Si ellas están de pie, nosotros estamos con ellas ayudándoles en lo que se pueda", dice Robles quien asegura que hará todo lo posible para lograr en los próximos días el traslado de Andrade al Distrito Federal.
En 2010, Ciudad Juárez registró el mayor número de feminicidios de los últimos 18 años, con un saldo de 306, según datos de la Procuraduría General de la República (PGR), la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), y la Fiscalía General del estado de Chihuahua.
Durante 2009 y 2010 se registraron en conjunto, 469 asesinatos de mujeres en esa ciudad fronteriza, que según datos oficiales, es equivalente a más del 50 por ciento de todos los cometidos en los anteriores 16 años.