Madre de Juárez, que arrastras las tumbas de arena de tus hijas, como alma en pena vagante en el desierto.
Madre de Juárez, que tu alma sedienta de justicia, llora y llora por los pasillos del silencio.
Madre de Juárez, ¡Bendita tu eres entre todas las mujeres! Que luchas por la paz de tu sangre.
Madre de Juárez que te levantas en la madrugada besando la esperanza de que lleguen a ti, noticias de verdades claras.
Madre de Juárez, que no te detienes nunca, ni ante la tormenta, ni ante las falsas certezas.
Madre de Juárez, que eres fuerte como alma noble, que matas las bestias de las mentiras ocultas.
Madre… Mujer… que tu divina gracia, tu voluntad y tu esperanza sean la fuerza necesaria para que las demás hijas del desierto, eleven sus cantos y enfrenten con valor el gran camino hacía la verdad.
DAHIANA ANALIA PEREZ CABRERA, Montevideo, Uruguay