La Corte Iberoamericana atribuye al Estado falta de diligencia al investigar
Cuando Irma Monreal más necesitó a su país, su país no sólo no fue capaz de ayudarla, sino que se le volvió en contra. Irma tenía una hija de 15 años llamada Esmeralda. El 29 de octubre de 2001, Esmeralda desapareció cuando regresaba a su casa en Ciudad Juárez. Su cuerpo fue encontrado junto al de otras mujeres jóvenes en un lugar conocido como campo algodonero. Las autoridades de Ciudad Juárez no tuvieron ni la humanidad de avisar del hallazgo a sus familiares. Se tuvieron que enterar por los periódicos y suplicar después que les enseñaran sus restos para intentar identificarlos.
Irma fue de las pocas madres que acudieron a denunciar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y ahora, ocho años después, acaba de recibir respuesta. En una sentencia que Karla Micheel Salas, la abogada de las víctimas, considera "histórica", la Corte Interamericana, con sede en Costa Rica, acaba de condenar al Estado mexicano como responsable por la muerte de Esmeralda Herrera Monreal, de 15 años; Claudia Ivette González, de 19, y Laura Berenice Ramos, de 17. La sentencia no se hará pública hasta dentro de unos días, pero Karla Micheel Salas asegura que el Estado mexicano tendrá que pagar por primera vez por su falta de diligencia al investigar las más de 400 muertes de mujeres que se vienen lamentando en Ciudad Juárez desde 1993.
Irma Monreal, de camino a su trabajo en El Paso, la ciudad estadounidense fronteriza con Ciudad Juárez, repite lo que ya declaró ante los jueces internacionales: "Cuando fui a la policía y a las autoridades pidiendo ayuda, ellos me respondieron: 'Señora, vaya y búsquelo usted y pregunte a ver qué le dicen, y según lo que usted investigue, pues viene y nos lo dice".