El Estado mexicano no cumplió  sus compromisos de garantizar el acceso de las mujeres a la justicia, combatir  la impunidad de la violencia de género y prevenir esos hechos, concluyó un  informe elaborado por un grupo de organizaciones para las Naciones Unidas. 
El documento "El gobierno de México miente" fue realizado por siete  organizaciones no gubernamentales (ONG), para ser analizado en julio por el  Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, y en él se  cataloga de "parcial" el cumplimiento por el país de los requerimientos de ese  organismo. 
El texto, al que tuvo acceso adelantado IPS, opera como un  "contrainforme" de las ONG defensoras de los derechos de las mujeres, con  respecto al que presentará el gobierno ante el Comité durante su 52 periodo de  sesiones, que tendrá lugar del 9 al 27 de julio y que examinará la situación de  México y de otros siete países. 
El Comité de 23 expertas y expertos  independientes se ocupa del cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas  sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer  (Cedaw, por sus siglas en inglés). 
"Las autoridades no han cumplido con  su deber de actuar con debida diligencia para garantizar el acceso a la justicia  para las mujeres, quienes deben de sortear una serie de obstáculos normativos y  de hecho luego de sufrir discriminación y violencia", cita el también llamado  "informe sombra" de las ONG. 
El documento aborda, entre otros aspectos,  la violencia contra mujeres periodistas, el impacto de género de la militarizada  lucha de las fuerzas del Estado contra las mafias del tráfico de drogas y la  trata de mujeres, adolescentes y niñas. 
El Comité planteó en noviembre  una serie de preguntas al Estado mexicano sobre asuntos como la armonización  legislativa federal, estadual y municipal con la Cedaw, los mecanismos para  presentar demandas judiciales vinculadas a derechos de las mujeres, la  participación política femenina y las medidas contra la violencia de género y la  trata. 
"La violencia se ha recrudecido cada día. Sabemos de la situación  de diferencia salarial, de diferentes oportunidades y, en una situación de  conflicto social como la que se vive, aumentan esas diferencias", indicó a IPS  la directora de Arthemisas por la Equidad, Irma Ochoa. 
La organización  opera en el nororiental estado de Nuevo León y es una de las signatarias del  informe, que resalta entre sus preocupaciones el desatado fenómeno de los  feminicidios, como se denominan los asesinatos de mujeres por razones de género.  
El estudio "Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios,  1985-2009", elaborado por ONU Mujeres, el gobierno y el parlamento, aseguró que  en el país se cometieron en ese lapso 34.176 homicidios de mujeres y que los  feminicidios aumentaron desde 2005. 
María Castañeda, coordinadora de  proyectos de la ONG Equis: Justicia para las Mujeres, dijo a IPS que tampoco en  el acceso a los tribunales hay buenas noticias para las mexicanas. 
Equis  analizó 35 sentencias dictadas en México entre 2003 y 2012, dentro de la  iniciativa del Observatorio de Sentencias Judiciales, que opera en siete países  latinoamericanos desde 2007 y es parte de la Articulación Regional Feminista por  los Derechos Humanos y la Justicia de Género. 
"Hemos encontrado  actitudes discriminatorias de los jueces, especialmente el uso de estereotipos.  Hemos encontrado que solo un fallo utiliza o menciona un estándar internacional  de derechos humanos. Ninguna de las sentencias analizadas menciona la ley  general", explicó. 
Castañeda también destacó que "no se valora el  testimonio de la (mujer) víctima, especialmente en casos de violación, y que hay  deficiencia en investigar y otorgar medidas de protección", enfatizó. 
El  acceso de la justicia en el continente será el foco de una audiencia dentro del  144 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  (CIDH), que tendrá lugar del 19 al 30 de este mes en su sede en Washington.  
Este acceso "para las mujeres se ve comprometido debido a la  inexistencia de medidas que respondan a las necesidades específicas de las  mujeres", destaca el "informe sombra" de la sociedad civil mexicana. 
Las  ONG criticaron la inexistencia de mecanismos de vigilancia y monitoreo del  cumplimiento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de  Violencia de 2007 y de un sistema de seguimiento y evaluación de resultados e  impacto. 
Muestras de esta ausencia son los programas nacionales para la  Igualdad entre Mujeres y Hombres y de Derechos Humanos para el periodo  2009-2012, que carecen de esquemas de medición. 
"La ley es letra muerta.  Hay una situación de impunidad que abona la violencia. Por eso, queremos que el  Comité haga recomendaciones para que se elimine la violencia en contra de las  mujeres y que baje la incidencia de esos delitos", planteó Ochoa. 
En  enero, Arthemisas y otras ONG solicitaron al Sistema Nacional para Prevenir,  Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, de la Secretaría  de Gobernación (ministerio del interior), la emisión de una alerta de género en  Nuevo León. 
Pero esa petición fue rechazada en febrero, por lo que las  activistas presentaron a inicios de marzo un amparo contra esa resolución.  
Ninguna solicitud de alerta, figura establecida por la ley general, ha  prosperado, a pesar de que varias organizaciones la pidieron en 2008 para el  sureño estado de Oaxaca, al año siguiente para la central región de Guanajuato y  en 2010 para el estado de México, próximo la capital. 
La única buena  noticia en este aspecto se produjo en este último estado el 27 de febrero,  cuando varias organizaciones humanitarias lograron un amparo de un juez federal,  lo que finalmente abre la posibilidad de investigar penalmente allí los casos de  feminicidio. 
"En los últimos años se ha invertido mucho en presupuestos  y en la creación de instituciones y los resultados son muy pocos", criticó  Castañeda, cuya organización estudió cuatro entidades relacionadas con derechos  de las mujeres. 
Las siete organizaciones autoras del informe alternativo  insisten en la creación de bancos nacionales de datos sobre casos de violencia  contra las mujeres y sobre las órdenes de protección hacia ellas. 
El  "reporte sombra" concluye en que "las muertes violentas contra las mujeres en  México reflejan un fenómeno generalizado y tolerado por el Estado, creando un  ambiente de permisividad por parte de las autoridades ante dichos crímenes".  
En sus sesiones de julio, el Comité examinará también los casos de  Bahamas, Bulgaria, Guyana, Indonesia, Jamaica, Nueva Zelanda y Samoa. 
 
