Los de abajo
Gloria Muñoz Ramírez
A
unque no es ya noticia para los grandes medios de comunicación, el feminicidio y desaparición de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, continúa, junto con las amenazas para sus familiares y defensoras de derechos humanos que luchan, por un lado, por que los crímenes contra mujeres no queden impunes y, por el otro, para que las autoridades hagan su trabajo y den con el paradero de las desaparecidas.
Con la demanda central de justicia para las más de 2 mil mujeres que han desaparecido en Ciudad Juárez desde 1993, Karla Castañeda, madre de Cinthia Jocabeth, joven desaparecida hace casi siete años, inició una huelga de hambre frente al consulado de México en Los Ángeles, California.
En la acción de protesta y visibilización participó también Beatriz González Vargas, hermana de Marisela González, desaparecida en 2011. Ambas viven en el exilio en Estados Unidos, pues salieron huyendo del país debido a las amenazas y ataques en su contra. Del otro lado de la frontera su lucha por la verdad y la justicia continúa. Karla Castañeda partió a EU en marzo de 2013, tras la incursión a su vivienda de agentes de la policía municipal.
Castañeda tiene tres peticiones concretas y muy básicas para el gobierno mexicano, en particular el de César Duarte Jáquez, gobernador de Chihuahua: que ofrezca una recompensa a quien contribuya con la localización de su hija, que el rostro de la joven se imprima en espectaculares, y que se inicien las investigaciones para el esclarecimiento de esta desaparición.
La activista pide el acompañamiento y la solidaridad de la sociedad, así como de las organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos. Destaca que su vivencia no es aislada:
El día de hoy somos nosotras, mañana pueden ser ustedes. La desaparición de mujeres continúa a lo largo y ancho de todo el país y el gobierno no actúa para detener el feminicidio y la trata.
Las mujeres que luchan por la aparición con vida de sus hijas se han convertido en activistas y ya no sólo buscan a sus familiares, sino al resto de desaparecidas en un estado en el que el feminicidio se visibilizó en años pasados a escala internacional.
Esta protesta se da en el contexto del cumpleaños número 20 de Cinthia Jocabeth. Las dos activistas responsabilizan al gobernador César Duarte de cualquier ataque o daño que pudieran sufrir.