Fabiola Martínez y Carolina Gómez
Domingo 11 de octubre de 2020, p. 6
De enero a agosto del año en curso fueron abiertas 2 mil 300 carpetas por lesiones dolosas contra mujeres, en grado de tentativa de homicidio, consideradas por las autoridades como antesala
de los feminicidios.
Fabiola Alanís Sámano, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), hizo un llamado urgente a las fiscalías para que revisen con lupa
estos expedientes, parte de un total de registros de 37 mil 985 lesiones dolosas en el periodo referido.
Es decir, las agresiones van desde golpes hasta amenazas de muerte, con intentos de ahorcamiento, así como otro tipo de situaciones que atentan contra la vida y la integridad corporal, perpetradas principalmente por personas conocidas de la víctima.
Por ello toma relevancia el análisis de las carpetas de lesiones, para identificar a las personas y contextos de riesgo y, en su caso, canalizar a las mujeres –y sus hijos– a refugios y centros de justicia.
Según la Radiografía de la violencia contra las mujeres y niñas en México
, presentada por Alanís esta semana en Palacio Nacional, nueve de cada 10 mujeres apoyadas en refugio han sufrido violencia física y seis de cada 10, violencia sexual.
Además, una cuarta parte de las usuarias llegó al centro de atención afectada por agresiones extremas que pudieron haber culminado en feminicidio
.
En 2020, casi una cuarta parte de las usuarias de los refugios tenía entre 18 y 24 años de edad; además, 4.30 por ciento hablan alguna lengua indígena.
Una proyección de la Conavim indica que al cierre del año en curso habrían sido giradas 31 mil 167 órdenes de protección, seis mil más que en 2019 y el doble que en 2018.
Necesitamos urgentemente, el fortalecimiento de las fiscalías especializadas de atención a la violencia contra las mujeres. Es urgente, especialmente en las entidades que no muestran disminución en lesiones y feminicidios; darle a las fiscalías los recursos necesarios para que atiendan todo el rezago que tienen y poner mucha atención en la prevención, es decir, en las lesiones dolosas
, comentó.
En cuanto a los feminicidios, aseveró que hay actualmente una contención
respecto a los niveles de años anteriores.
Sin embargo, sigue la preocupación ante esta problemática; seis entidades concentran la mitad de todos los asesinatos y en 13 por ciento de los municipios (344 en todo el país) ocurre 100 por ciento de éstos, clasificados como feminicidios por el grado extremo de violencia y con la intencionalidad de género con la que fueron cometidos.
Alanís destacó que hay una disminución en cuanto al ritmo de crecimiento de este delito y las autoridades tienen una radiografía completa del mismo.
En 2016 hubo 426 registros de feminicidio y el año siguiente, 645, esto es un aumento de 51.4 por ciento. Igualmente, en 2018 , con 913 feminicidios, el crecimiento fue de 19.3 por ciento, respecto a los 765 de 2017.
En 2019 se abrieron 959 expedientes de este grado extremo de homicidio contra mujeres y de enero a agosto del año en curso, el acumulado es de 645; la proyección de las autoridades es que al cierre de 2020 el crecimiento sea menor al 3 por ciento, respecto al periodo inmediato anterior comparado.
Cuando inició este gobierno, puntualizó Alanís, la curva parecía imposible de contener
.
Añadió que este año fue ejercido 100 por ciento de los recursos destinados a las alertas de violencia de género y no ha habido reducción presupuestal.