miércoles, 22 de septiembre de 2021

Feminicidios en México: se investiga tarde y mal


Tan solo en el pasado año 2020, se registraron 3723 muertes violentas de mujeres en México, de las cuales 940 fueron investigadas como feminicidios por las 32 entidades federativas del país, sin que exista una sola entidad libre de feminicidios.

Las investigaciones sobre feminicidios precedidos de desaparición, realizadas por la Fiscalía General (Ministerio Fiscal) de Justicia del Estado de México (FGJEM), presentan graves deficiencias por la inacción y negligencia de las autoridades, lo que ha llevado a la pérdida de evidencias, a que no se examinen todas las líneas de investigación y a que no se aplique correctamente la perspectiva de género.

Esas insuficiencias obstaculizan el proceso judicial y aumentan las probabilidades de que los casos queden impunes, asegura Amnistía Internacional (AI) en un nuevo informe titulado Juicio a la Justicia. Deficiencias en las investigaciones penales de feminicidios precedidos de desaparición en el Estado de México. 

Estas carencias coinciden con las de otras investigaciones que han sido puestas de manifiesto por organizaciones de la sociedad civil y por defensores de derechos humanos, y con casos como los feminicidios de Ciudad Juárez y Chihuahua, ocurridos hace más de 20 años. Esto sugiere que la violencia feminicida y las deficiencias en su investigación y prevención forman parte de una realidad más amplia del país.

Para Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, «las autoridades estatales deben prevenir, investigar y sancionar con la debida diligencia los feminicidios. Como parte del Estado mexicano, están obligadas a cumplir con los tratados internacionales en los que México es parte, incluyendo las Convenciones de Belem do Pará o de la CEDAW, y las sentencias emitidas contra el Estado mexicano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), que establecen un conjunto de normas, estándares y principios para garantizar los derechos de las mujeres».

Tan solo el pasado año 2020 se registraron 3723 muertes violentas de mujeres en México, de las cuales 940 fueron investigadas como feminicidios por las 32 entidades federativas del país, sin que exista una sola entidad libre de feminicidios.

En el informe, AI documentó cuatro casos emblemáticos de feminicidio precedidos de desaparición, analizando específicamente las deficiencias en las investigaciones penales de los mismos. Se trata de Nadia Muciño Márquez, asesinada en 2004; Daniela Sánchez Curiel, desaparecida en 2015 y aún con paradero desconocido, y cuya familia presume que fue víctima de feminicidio; Diana Velázquez Florencio, desaparecida y asesinada en 2017; y Julia Sosa Conde, desaparecida y asesinada a finales de 2018.

La negligencia como norma

El trabajo publicado demuestra que las autoridades estatales no inspeccionan correctamente el lugar de los hechos; no resguardan de forma apropiada las evidencias recolectadas; y no realizan pruebas periciales o diligencias, causando la pérdida de datos, objetos o sustancias y testimonios.

Las autoridades no siempre examinan todas las líneas de investigación y su falta de actuación conlleva a las familias de las víctimas –generalmente a las mujeres– a asumir el liderazgo de las investigaciones invirtiendo sus propios recursos. También se dan casos en que las autoridades amenazan y acosan a las familias para que no llamen la atención de sus superiores. Asimismo, las autoridades no siempre aplican la perspectiva de género durante todo el proceso penal, lo que contraviene los protocolos para la investigación de muertes violentas de mujeres.

De manera paralela a la publicación del informe, Amnistía ha lanzado la campaña #HastaSerEscuchadas, con el objetivo de que las autoridades reconozcan públicamente las deficiencias que han cometido en las investigaciones de los feminicidios, que cumplan con las recomendaciones hechas por el movimiento, e inicien el proceso de reparación del daño causado por dichas deficiencias.

martes, 21 de septiembre de 2021

Clasificaron como feminicidios 940 de 3 mil 723 asesinatos: AI

Autoridades favorecen la impunidad, denuncia

Cifras de 2020 // Pasan por alto criterios emitidos por la SCJN // El Estado mexicano debe corregir, apremia

 
Periódico La Jornada
Martes 21 de septiembre de 2021, p. 5

Durante 2020, se cometieron 3 mil 723 asesinatos de mujeres en México, de los cuales sólo 940 fueron clasificados por las autoridades competentes como feminicidios, aun cuando los criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –en una sentencia relacionada con el homicidio de una mujer– establecieron que se debe procurar que en todos los casos se inicien las investigaciones como feminicidios y sólo posteriormente, de no conjugarse los elementos, reclasificarlos, señaló Amnistía Internacional (AI).

Al presentar el informe Juicio a la justicia: deficiencia en las investigaciones penales de feminicidios en el estado de México, Amnistía Internacional denunció que los errores, omisiones y negligencias cometidos por las autoridades favorecen la impunidad.

La actuación de las autoridades se asemeja a patrones registrados en Ciudad Juárez hace más de 20 años, por lo que el Estado mexicano debe corregir su desempeño para lograr justicia para las víctimas, dijo la directora ejecutiva de AI en México, Edith Olivares.

Alertó sobre las deficiencias que se detectaron en las investigaciones sobre feminicidios en el estado de México, las cuales se reproducen en otras partes del país, por lo que concluyó que hay omisiones importantes del Estado para prevenir, evitar y sancionar este delito, como, entre otros, pérdida de evidencias fundamentales, restricciones en las líneas de investigación y revictimización de los familiares que, con frecuencia, son quienes tienen que impulsar las indagatorias con sus propios medios.

No tipificar de origen los casos como feminicidios evita la aplicación de los protocolos propios de este delito, que implica la atención con perspectiva de género. Olivares recordó la resolución de la SCJN sobre Mariana Lima Buendía, que determinó que toda muerte violenta de mujeres debe investigarse como feminicidio.

Olivares destacó el incumplimiento de obligaciones del Estado mexicano derivadas de resoluciones de organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), que se pronunció sobre la violencia contra la mujer en México al resolver el caso del campo algodonero, donde fueron asesinadas tres mujeres en Ciudad Juárez, y remitió recomendaciones. Por ello, demandó al gobierno federal reconocer la magnitud de los feminicidios y desapariciones en el país.

Para AI, en la actualidad la situación no ha variado mucho: Las autoridades estatales deben prevenir, investigar y sancionar con la debida diligencia los feminicidios. Como parte del Estado mexicano, están obligadas a cumplir con los tratados internacionales de los que México es parte, así como las sentencias emitidas contra el Estado mexicano por la CoIDH que establecen un conjunto de normas, estándares y principios para garantizar los derechos de las mujeres

martes, 29 de junio de 2021

Adecuada clasificación aumenta estadísticas de feminicidios: SSPC

Se disfrazaban cifras, explica Rosa Icela Rodríguez

De enero a mayo pasados creció 7.1% respecto de 2020
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de junio de 2021, p. 4

El compromiso del gobierno federal es clasificar adecuadamente los feminicidios, sin importar que implique aumento en las estadísticas, expuso la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez. En la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la cifra de mujeres víctimas de ese flagelo entre los meses de enero y mayo pasados: 423, lo cual representa un aumento de 7.1 por ciento respecto del mismo periodo de 2020.

La rueda de prensa en Palacio Nacional tuvo como tema principal la violencia contra las mujeres. Un reportero preguntó la opinión del mandatario sobre las demandas del movimiento LGBT.

Debemos garantizar las libertades plenas, amplias, de todas las personas; estamos por (el) respeto a la diversidad, no sólo por la tolerancia, que es como una especie de concesión. El respeto a los derechos de todos es fundamental en una sociedad democrática y nosotros vamos a seguir de esa forma, respetando a todos. En el gobierno que represento no se permiten el clasismo, el racismo, ni la discriminación, no somos iguales a los conservadores, nosotros estamos en favor de las libertades.

A la conferencia acudieron, además de Rosa Icela Rodríguez, la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; la de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís, y de Inmujeres, Nadine Gasman, con objeto de exponer las acciones gubernamentales que enfrentan la violencia contra ese sector. La encargada federal de la seguridad pública adujo que “a todos nos toca, a todas, nos toca contribuir a garantizar una vida libre de violencia para las mujeres para lograr que caminen sin miedo por calles y espacios públicos.

Conviene a todas y todos terminar con esta estructura de violencia, por la dignidad de nuestras madres, abuelas, hermanas, hijas y nietas. No puede haber paz sin justicia y no puede haber justicia sin una vida digna y libre de violencia para las mujeres.

Así, destacó que durante décadas la cifra oficial minimizó el feminicidio, lo borró, disfrazó y negó. “Lamentablemente, este flagelo ha existido y hay referencias conceptuales desde 1976, pero el primer caso reconocido en México se registró en 2010, en el estado de Guerrero. De acuerdo con la línea de tiempo que vemos ahí, fue en 2018 cuando se homologó y aprobó por primera vez un criterio nacional para el registro de este delito. Entre 2018 y 2019 se reforzó el registro estadístico.

En el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tenemos el compromiso de clasificar adecuadamente los feminicidios, sin importar que esa suma implique un aumento en las estadísticas.

También, refirió que ocho entidades concentran las tasas más altas: Morelos, Sonora, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Sinaloa, San Luis Potosí y Chiapas. Para combatir la impunidad, los secretarios técnicos de las Mesas para la Construcción de Paz dan seguimiento a 224 carpetas de investigación por homicidios contra mujeres, de las cuales 123 son por feminicidios y 101 por homicidios dolosos.

jueves, 24 de junio de 2021

Mujeres con causa | Malú García Andrade

Mujeres con causa | Malú García Andrade

Malú García Andrade cuenta la historia de cómo su hermana Lilia Alejandra fue torturada, abusada sexualmente y asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua. Desde ese día, su madre y ella han encabezado la lucha de muchas madres y familiares que claman justicia por el asesinato o la desaparición de sus hijas. Su colectivo ""Nuestras Hijas de Regreso a Casa"", es una de las organizaciones más importantes en la incansable labor de generar justicia para las mujeres víctimas de feminicidio en México. Conoce toda nuestra programación en: http://www.canalcatorce.tv/

domingo, 21 de febrero de 2021

Lilia Alejandra: la impunidad frente al frágil discurso oficial

NORMA ANDRADE CON LA FOTO DE SU HIJA LILIA ALEJANDRA ASESINADA EN CIUDAD JUÁREZ, EN 2001. FOTOGRAFÍA: ABRAHAM RUBIO

A pesar de que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, anunció la resolución de un feminicida serial con “prueba científica”, un juez negó una orden de aprehensión, la CEAV cuestiona la investigación y no hay sentencia ni certeza para la familia de la víctima de un caso que avanza en la CIDH porque el Estado tiene 20 años sin resolverlo

MARCO ANTONIO LÓPEZ Y ABRAHAM RUBIO*
FOTOGRAFÍAS: ABRAHAM RUBIO

Ciudad Juárez, Chihuahua– Norma Andrade, quien frente al féretro de su hija juró que no iba a descansar hasta encontrar justicia, ahora duda. El tiempo la ha orillado a creer que morirá sin cumplir esa promesa, y cuando cae en cuenta y lo dice, llora.

Han pasado 20 años y ese duelo que se abrió el 14 de febrero de 2001 está lejos de cerrarse para ella y Jade y Caleb, quienes quedaron huérfanos desde ese momento.

El caso del feminicidio de Lilia Alejandra García Andrade, de 17 años, permanece impune debido a las deficiencias en la investigación y el actuar de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua, que tras una investigación de tres meses en 2018 detuvo al presunto asesino serial, Manuel N., y dio por “resuelto” un caso que llevaba más de tres lustros sin respuestas.

El gobernador Javier Corral y la Fiscalía han presionado a la defensa de Norma y a ella para que acepten al detenido como el responsable, pero no lo admiten ante las inconsistencias en la investigación por el feminicidio de Lilia Alejandra y la arbitrariedad con que las autoridades descartaron la línea de investigación más importante desde 2010: tres muestras genéticas.

Norma dice que estas acciones implicarían más violaciones por las cuales la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenaría al Estado, pero eso no le importa en realidad: “Lo que me interesa es que detengan al que mató a mi hija y a los que lo ayudaron.”

LA PROMESA 

DE JUSTICIA


Lilia Alejandra tenía 17 años cuando desapareció el 14 de febrero del año 2001 tras salir de su trabajo de la Planta Maquiladora Servicios Plásticos Ensambles S.A. de C.V. Pidió prestado dinero para tomar el transporte público y partió al atardecer por un lote baldío cercano a la zona.

Horas después, cuando sus familiares se percataron de su ausencia, comenzaron a buscarla con sus amigos y conocidos para conocer su ubicación. No pudieron localizarla y acudieron a la Agencia del Ministerio Público. El primer encuentro desagradable de Norma Andrade con la autoridad fue ese día cuando le dijeron que debía esperar 72 horas para reportarla desaparecida porque “seguro estaba con el novio”.

Una semana después, su cuerpo sin vida, torturado y abusado sexualmente fue abandonado enredado en una cobija en un terreno baldío entre dos de las avenidas más importantes de la ciudad, la Tecnológico y la Ejército Nacional.

Norma Andrade sepultó a su hija con la promesa de que no descansaría hasta encontrar justicia.

Pasaron nueve años para que la carpeta pudiera tener una línea de investigación sólida, que se dio por la presión de la defensa de Norma, Grupo de Acción por la Defensa de los Derechos Humanos, y por ella misma. Se identificaron tres muestras genéticas: el raspado de las uñas restos orgánicos (perteneciente a un varón o “dudoso”), una mancha de sangre O+ en el cobertor en que fue envuelta la víctima (muestra C1666-1/07) y semen que se extrajo del cuerpo de la víctima (muestra 1298/06).

La última muestra, la 1298/06, coincidió en el haplotiplo “Y” con el ADN de un agente ministerial de nombre Enrique Castañeda Ogaz, quien fue asesinado el 19 de febrero de 2010 e ingresado a la base de datos de la FGE meses antes de que la defensa pidiera el cotejo de la muestra en la base de datos.

Los resultados del Informe Pericial en Materia Forense, que entregó y firmó la perito Karely Liliana Islas González el 8 de junio de 2010, mostraron que el agresor de Lilia Alejandra es un familiar perteneciente al linaje paterno de Castañeda Ogaz y, de acuerdo con el Ministerio Público, la muestra coincide y vincula al agresor de Lilia Alejandra con otros tres feminicidios: Sonia Ivette Sánchez Ramírez, Rosa Isela Tena Quintanilla y Coral Arrieta Medina.

Sin embargo, el avance en la investigación no facilitó las cosas para encontrar justicia: las complicaron. Norma sufrió dos intentos de asesinato en un lapso de 60 días (el primero en Ciudad Juárez el 2 de diciembre de 2011 y el segundo en Ciudad de México el 3 de febrero de 2012), además han entrado a su casa a vandalizarla, robado las computadoras de la organización en la que trabaja y ha recibido amenazas. Desde 2011, Norma, Caleb y Jade, viven desplazados, lejos de la ciudad donde nacieron.

En el caso de Lilia Alejandra el acceso a la justicia no ha llegado, pero en 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió el caso debido a la existencia de “un retardo injustificado por parte de los órganos jurisdiccionales mexicanos respecto a los hechos denunciados”. En 2018, durante la comparecencia del “Caso 12.853 – Lilia García Andrade, México”, el Estado mexicano aceptó su “responsabilidad internacional” por la ineficacia de sus instituciones para prevenir, investigar diligentemente y sancionar a los responsables del secuestro, tortura sexual y feminicidio de la adolescente Lilia Alejandra.


El Gobierno Federal ofreció un acuerdo amistoso que la defensa negó. Pero fue la participación del representante de la FGE de Chihuahua la que cambió todo a partir de ese momento: Sergio Castro Guevara se presentó como el nuevo ministerio público encargado de la carpeta y el mismo día de la comparecencia les informó de una nueva línea de investigación.

UN DETENIDO, 

UNA “PRUEBA CIENTÍFICA”

El ministerio público Sergio Castro Guevara tomó la carpeta de investigación entre febrero y marzo de 2018 y, luego de entre dos y tres meses con el caso, determinó con una investigación basada en estadística genética que el principal sospechoso desde 2010, un familiar directo del linaje paterno del agente Castañeda Ogaz, no podía ser, porque ya se había cotejado el ADN encontrado en el rastro de semen con gran parte de la familia paterna del agente.

Incluso, refirió el agente del Ministerio Público en una entrevista, se exhumó a un familiar de la línea paterna y no coincidió con el ADN, por lo que luego de que se compulsaran las muestras de varios familiares con la del semen, se concluyó que lo que en un principio dijeron los peritos no era posible.

Entonces, dijo Castro Guevara, se inició una investigación desde el principio. En algún punto de la investigación Castro Guevara pidió comparar el ADN de otra víctima de feminicidio, Leticia García Leal –que fue asesinada en 2011 y cuyos restos óseos fueron encontrados dos años después–, con el de la muestra de semen 1298/06. Y, de acuerdo con el agente, se determinó que el semen que se encontró en el cuerpo de Lilia Alejandra pertenece por “estadística genética” a quien fuera padre biológico de Leticia García Leal: Manuel N. 

Para llegar a dicha conclusión se tomaron muestras genéticas de la madre e hija de Leticia, pero no se tomó muestra a Manuel N para confirmar.

Manuel N. fue detenido en la ciudad de Chihuahua el 19 de mayo de 2018, a tres meses de que Castro Guevara tomara la investigación, y 12 días después de que se llevara a cabo la audiencia en República Dominicana de la CIDH.

Manuel N. está detenido y en proceso, aún sin sentencia a casi tres años de su detención, por su presunta responsabilidad en el homicidio y violación de Rosa Isela Tena Quintanilla y por el de Sonia Ivett Sánchez Ramírez.

El gobernador del estado de Chihuahua, Javier Corral Jurado, aseguró el 8 de agosto de 2018 a los medios de comunicación, luego de una manifestación de familiares de víctimas en el Foro de la Pacificación que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el feminicidio de Lilia Alejandra García Andrade estaba resuelto:

“Que haya motivaciones personales o políticas es otra cosa, son casualmente las dos personas más atendidas por la Fiscalía (el otro caso al que se refirió es José Luis Castillo, padre de Esmeralda Castillo). Un caso que ya está resuelto es el de Norma Andrade, está resuelto el asesino serial con prueba científica, pero encontramos la oposición de ella, dice que no es… es un crimen seguir medrando con el dolor de las víctimas”, dijo en esa ocasión.

El gobernador dio por resuelto el caso, pero en los hechos, ese 8 de agosto, no había una orden de aprehensión validada por el juez por el caso de Lilia Alejandra y tampoco alguna persona detenida por este feminicidio.

De hecho, la orden de aprehensión por el caso de Lilia Alejandra fue negada el 27 de agosto de 2018 por el juez primero de Ejecución de Penas con funciones del Sistema Tradicional, Rubén Efrén Ramírez Santillán, al no estar comprobada su probable responsabilidad. Dos semanas después de que Javier Corral anunciara la resolución del caso “con prueba científica”.

Esa “prueba científica” fue cuestionada por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) al hacer una revisión de la estrategia pericial seguida por el MP y determinó que:

“las actuaciones realizadas por las y los peritos estatales (…) han contribuido en forma significativamente negativa en la investigación del homicidio de Lilia Alejandra García Andrade”.

Por ello, la CEAV ordenó un estudio exhaustivo de dos aspectos de la investigación.

El primero sugiere una evaluación de los dos peritajes contradictorios realizados por la perita Karely Liliana Islas González, que en un primer momento determinó la relación de parentesco por el linaje paterno entre Castañeda Ogaz y el agresor de Lilia Alejandra, y ocho años después eliminó esta línea de investigación tras emitir un segundo documento donde descarta esta hipótesis.

El segundo pide una revisión y evaluación de las técnicas, métodos, análisis y conclusiones realizados y si lo referido por los peritos “es congruente con lo dictado y sugerido en la comunidad científica, las bases teóricas y prácticas del área de conocimientos en la que dictaminan”.

A más de dos años de que se negara la orden de aprehensión a Manuel N. por el caso de Lilia Alejandra, la carpeta de investigación no ha tenido modificaciones, es decir, no se ha apelado la decisión del juez, y por lo tanto no se ha liberado alguna orden de aprehensión relacionada con el homicidio de Lilia Alejandra, de acuerdo con el Departamento de Comunicación del Poder Judicial del Estado de Chihuahua.

FEMINICIDIOS EN MÉXICO: 

LA SITUACIÓN ESTÁ MÁS GRAVE

La búsqueda de justicia de Norma ha sido transexenal: cuatro gobernadores y presidentes se han reunido con Norma o han escuchado alguna vez la petición de justicia. Sin embargo, considera que la situación es más grave hoy que hace 20 años: “no nomás por el aumento de casos, no nomás porque ya es en todo el país. Es más grave el problema porque, a pesar de todo lo que hay (leyes, instituciones, visibilidad en los casos), seguimos sin justicia”.

La impresión de la activista no es para menos: en cinco años los feminicidios en México aumentaron un 128.71 por ciento, de acuerdo con los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El país aumentó de 411 carpetas abiertas por feminicidios en 2015 a un total anual de 942 en 2019 y 940 en 2020. Cifras que de acuerdo con organizaciones civiles podrían ser más debido al subregistro en los estados donde no está tipificado el feminicidio y se considera como homicidio doloso.


Julia Monárrez Fragoso, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte en Ciudad Juárez, explica que desde 2003 un informe de las Naciones Unidas – en el que se analizaron 86 feminicidios ocurridos en Juárez– planteó la incapacidad en los procesos de investigación de las autoridades y la necesidad de cambios profundos en las fiscalías, pero estos no fueron suficientes: “el sistema ha sido manifiestamente desbordado por un desafío criminal para el que no estaba preparado a partir de 2008, dando lugar a un colapso institucional que ha determinado la impunidad generalizada de los responsables de los crímenes”.

Sin embargo, considera injustificable que las autoridades del estado de Chihuahua y federales continúen subestimado el problema: “sí hay feminicidios, no es una leyenda negra, y las sociedades necesitan para su propia reconciliación saber la verdad y tener justicia, saber por qué estas niñas y mujeres empiezan siendo asesinadas desde 1993 y todavía hasta el 2021, a pesar de que el Estado mexicano ha sido condenado internacionalmente, sigue todavía permitiendo la desaparición forzada y el feminicidio”.

Este 21 de febrero se cumplen 20 años del asesinato de Lilia Alejandra y Norma ve lo que vio hace 20 años: “el mismo gobierno insensible de aquella época. Antes no teníamos nada de medios, entonces había pretexto para decir que no teníamos y no se encontraba justicia por eso; ahora lo tenemos y de todos modos no encontramos justicia”.

***

*Una historia que La Verdad publica con autorización de los autores

domingo, 14 de febrero de 2021

No olvidamos: Lilia Alejandra García Andrade

Un 14 de febrero Lilia Alejandra García Andrade, al salir de la maquiladora donde trabajaba, fue secuestrada, violada, y asesinada.

20 años sin justicia.


domingo, 31 de enero de 2021

 Edomex sigue por mucho a la cabeza

Dulce Karina fue asesinada presuntamente por su pareja sentimental en mayo del año pasado en Tultitlán, estado de México.Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de enero de 2021, p. 7

A pesar de la integración de un grupo interinstitucional y de otras acciones para contener la violencia contra las mujeres, en 2020 se registró prácticamente el mismo nivel de feminicidios que el año anterior, según cifras del gobierno federal.

En 2019, 968 asesinatos de mujeres fueron clasificados en la escala más alta, por su nivel de violencia e intencionalidad de género.

Para entonces era la cifra más elevada desde el inicio de la estadística en la materia, en 2015.

En tanto, durante 2020, el número de víctimas de feminicidio fue de 969, una más que en el periodo comparado.

El año pasado cerró tal como abrió, es decir, con el estado de México a la cabeza de la lista, con 150 carpetas abiertas por ese delito respecto al total de 940 (en una carpeta se puede incluir más de una víctima mortal).

Le siguen Veracruz, con 84; Nuevo León, con 67; Jalisco, 66; Ciudad de México, 64, y Puebla, 52.

Sin embargo, si se considera el tamaño de la población en cada entidad, sobresale Morelos, con una tasa de feminicidio de 3.44 por cada 100 mil mujeres, esto es más del doble de la nacional, de 1.44

Igualmente hay alta incidencia en Colima, Nuevo León, Sonora y Veracruz.

También persiste el mismo escenario de violencia local, según muestran los datos más recientes compilados por el Sistema Nacional de Seguridad Publica.

Los municipios de mayor violencia para las mujeres, según el número de asesinatos, son: Juárez, Tijuana, Monterrey, Zapopan, Culiacán, Iztapalapa, Guadalajara, y las también alcaldías capitalinas Cuauhtémoc y Tlalpan.

Si bien hay una leve reducción de homicidios dolosos (2 mil 868 en 2019 contra 2 mil 783, al cierre del año pasado), los niveles altos persisten, lo mismo en violencia familiar.

En el recuento anual hay baja en lesiones y secuestro de mujeres.

No así en presuntos delitos de violencia familiar, al pasar de poco más de 210 mil carpetas en 2019 a 220 mil en 2020. Esto es un aumento de casi 10 mil casos, equivalentes a 4.7 por ciento. En este apartado sobresale la Ciudad de México.

En los delitos de violencia de género, distinta a la familiar, igualmente hay un aumento, al pasar de 3 mil 180 denuncias en 2019 a 4 mil 50 en 2020, esto equivale a un incremento de 27.4 por ciento, con amplia prevalencia en el estado de México y Veracruz.

El año 2020 tampoco fue mejor en cuanto a las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres; hubo aumentos en casi todas las clasificaciones, como hostigamiento sexual, incidentes de violencia de pareja y la propia violencia familiar.

martes, 12 de enero de 2021

Urgen a publicar el protocolo nacional de atención a niños huérfanos por feminicidio

 
Periódico La Jornada
Martes 12 de enero de 2021, p. 9

Organizaciones feministas urgieron a que se publique en el Diario Oficial de la Federación el protocolo nacional de atención integral a menores huérfanos por feminicidio, ya que han pasado seis meses desde que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), los sistemas nacionales de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) presentaron parte de su contenido, en julio de 2020.

Sandra Soto, hermana de víctima de feminicidio e integrante de Los Machos nos Matan en México, expuso que las necesidades de los menores no pueden esperar, sobre todo en medio de la pandemia, pues varios de ellos quedan a cargo de adultos mayores.

Sabemos que el Estado nunca va a poder restituir la vida de la mujer que fue asesinada y que este vacío siempre lo va a tener el menor; sin embargo, la obligación es proveerle lo necesario para facilitarle la reconstrucción de su proyecto de vida, dijo e indicó que principalmente requieren apoyo económico no sólo para su alimentación, sino para garantizar sus estudios y salud física y mental.

Al respecto, Malú García Andrade, de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, mencionó que también los parientes de niños huérfanos por feminicidio enfrentan obstáculos legales para obtener su custodia. En algunos casos, agregó, pese a que el asesino fue el papá, es complicado que la familia materna acceda a la tutela, lo que hace que los hijos sigan en el círculo de violencia.

Añadió que otro de los temas pendientes respecto al protocolo es que existe el riesgo de que, si se toma como principio para acceder a los apoyos una base de datos por orfandad por feminicidio, pueden quedar fuera hijos de víctimas que no cuenten con sentencia que compruebe esta condición.

Karina Bolaños, de Nos Queremos Vivas Neza, señaló que la dilación para publicar el protocolo es reflejo de la poca importancia que se le da al problema del feminicidio.

El Inmujeres refirió que tras la publicación de los primeros avances del protocolo, su operación quedó a cargo del DIF y la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

jueves, 31 de diciembre de 2020

Acumulado histórico, 20 mil 191 desaparecidas en México en 11 meses

 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de diciembre de 2020, p. 12

En un contexto de 3 mil 427 mujeres asesinadas de enero a noviembre del año en curso y un acumulado histórico de 20 mil 191 desaparecidas en México (una cuarta parte del total de personas no localizadas), el gobierno federal iniciará un plan para revisar los expedientes rezagados en las fiscalías (estatales y General de la República).

Igualmente promoverá la instalación en todo el país del Protocolo Alba (mecanismo diseñado para la actuación inmediata ante las denuncias de desaparición de mujeres).

Pese a la problemática, sólo 20 entidades tienen ese protocolo, y un número igual sólo llega a comisiones, mientras que la alerta de violencia de género está en 21.

En días recientes, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres aceptó la solicitud para eventualmente emitir la alerta en Sonora.

Esta entidad ocupa el lugar 11 en incidencia de feminicidios; sin embargo, desde inicio de 2019 las organizaciones civiles hicieron esta petición, ahora avalada por el sistema nacional que analiza este ámbito, al confirmarse presuntos elementos de violencia feminicida.

Fabiola Alanís Sámano, titular de la Conavim, explicó que enviaron un paquete documental, de solicitud de información, al gobierno de Sonora, paso previo a la integración de un comité de expertos que evalúe la situación en la entidad.

Al mismo tiempo está en curso el análisis del grupo de expertos que investigó el caso Chihuahua para que, en su caso, se emita alerta en esta entidad, novena a escala nacional en cuanto a feminicidios, pero número uno a escala municipal con esta problemática.

En el recuento enero-noviembre, las fiscalías locales abrieron, en conjunto, 860 carpetas de feminicidio (nueve más que en el mismo periodo de 2019); la mayor incidencia, por número de casos, persiste en el estado de México (con 132 homicidios dolosos de este grado), seguido por Veracruz (79) y la Ciudad de México con 64. Enseguida están Nuevo León, Jalisco, Puebla, Oaxaca, Baja California, Chihuahua, Morelos y Sonora.

Por municipios sigue a la cabeza Ciudad Juárez, Chihuahua; le sigue Tijuana, Monterrey, Culiacán, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Tlalpan (Ciudad de México), Zapopan y Tlajomulco, Jalisco, así como García, Nuevo León.

martes, 3 de noviembre de 2020

Norma Esther Andrade: mujeres que admiramos

Norma Andrade (1961).
Madre de Lilia Alejandra García Andrade que fue secuestrada y asesinada, ella desapareció el 14 de febrero de 2001. Y el 21 de febrero, su cuerpo fue hallado envuelto en una manta, con signos de daños físicos y sexuales.
Norma es desde su dolor y mucho una activista mexicana, una de las miembras fundadoras de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, una asociación sin fines de lucro mexicana de madres cuyas hijas han sido víctimas de feminicidios en Ciudad Juárez. La asociación civil “Nuestras hijas de regreso a casa” surge en 2001, tiene como objetivo la exigencia por el derecho a la justicia por los casos de desaparición, asesinato, violación y la reparación de daños frente a estos casos dónde las víctimas fueron mujeres. Norma es originaria de Ciudad Juárez donde estudió, inició la profesión de maestra y su propia familia.
El viernes 2 de diciembre de 2011, Norma fue herida de bala en Ciudad Juárez, varias veces por un grupo de hombres armados. Recibió decenas de amenazas por seguir en la búsqueda de #Justicia para su hija.
El 3 de febrero de 2012, Norma fue atacada por segunda vez por un desconocido, a fuera de su casa en el barrio de Coyoacán en el sur de la Ciudad de México para acompañar a su nieta a la escuela. Fue atacada por un hombre cuya identidad permanece desconocida. Le cortó la cara con un cuchillo dejándole a Norma una lesión de 6cm.
Desde 2008, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha estado presionando al gobierno mexicano para que proporcione protección a cuatro de los miembros de la organización Andrade, incluyendo a Norma. El gobierno no lo ha hecho. Estos grupos también están llamando la atención y la crítica al gobierno mexicano por no proporcionar la seguridad apropiada a la que se comprometieron.
Norma sigue en la lucha, sigue buscando #Justicia.
Norma es una madre a la que le han arrebatado todo.
Nosotras queremos que todas conozcan a esas mujeres por las cuáles hoy aprendemos a seguir en la revolución.
¡Viva Norma Andrade!
Gracias por resistir, por todas.
#Justicia para Lilia Alejandra García Andrade.

Marisela Ortiz Rivera

La maestra Marisela Ortiz inició su activismo social como defensora de derechos humanos después del asesinato de su alumna Lilia Alejandra García Andrade en 2001. Es cofundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, la cual lucha por prevenir y denunciar los feminicidios en Ciudad Juárez, hechos que azotan la localidad desde por lo menos 1993.

Exiliada desde el 2011, tras el asesinato de algunos de sus familiares y diversas amenazas de muerte, ahora radica en el extranjero.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Marchan y colocan ofrendas en honor de víctimas de la violencia de género

Demandan un cambio profundo de la ley

Con flores de cempasúchil y cruces rosas exigen al Estado declarar la alerta para todo el país // Colectivos protestaron entre el Hemiciclo a Juárez y Bellas Artes

En coincidencia con las festividades de los días de Muertos, activistas marcharon por el Centro Histórico de la Ciudad de México para exigir el cese de los feminicidios y las desapariciones. No es un tema de seguridad, es estructural, expresaron.Foto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de noviembre de 2020, p. 3

Organizaciones no gubernamentales y activistas salieron a las calles de la Ciudad de México para colocar ofrendas y marchar para exigir verdad y justicia por las víctimas de feminicidio y mujeres desaparecidas en el país.

En el contexto del Día de Muertos, integrantes del Aquelarre Feminista, el colectivo Amor no es Violencia, Tribu Anarquía, Flor de Fuego, entre otras organizaciones, realizaron la quinta Marcha de las Catrinas, que partió del Hemiciclo a Juárez rumbo al llamado Antimonumenta, frente a Bellas Artes.

Ahí, destacaron que los asesinatos de mujeres no son cifras, son historias, pero el tiempo se las va tragando y sólo sus familias las recuerdan. Niñas que no lograron cumplir 15 años, que salieron a la escuela por unas copias, que iban a ver a una amiga y jamás llegaron.

Esta jornada de protestas comenzó con la presentación del grupo Snowapple, el cual interpretó diferentes melodías. También se realizó un performance, ambos actos estuvieron enmarcados con flores de cempasúchil, fotografías de algunas víctimas y cruces rosas con el nombre de mujeres desaparecidas.

Norma Andrade, madre de Alejandra, quien fue asesinada hace 20 años en Ciudad Juárez, Chihuahua, dijo que su lucha es contra el Estado y los gobernantes. Ellos dicen que hicimos de la lucha contra feminicidio algo político, cuando quienes lo hicieron fueron ellos. Somos madres exigiendo justicia por el asesinato de nuestras hijas.

Aracely Osorio, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, asesinada en 2017, destacó que la violencia feminicida es un problema de desigualdad, de misoginia, de machismo que se aprende y permea en nuestra cultura. Hablamos de discriminación contra las mujeres. No es un tema de seguridad, es estructural, añadió.

Por su parte, diversos colectivos llamaron a las ocupantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a abrir los ojos ante los actos de violencia que han ejercido contra otras mujeres y exigieron que se aclaren y transparenten las donaciones en efectivo que ha recibido el llamado Okupa. Urge deslindar la lucha feminista de intereses oscuros que puedan dañar irremediablemente a este movimiento.

Cerca del Ángel de la Independencia, el Frente Nacional Ni Una Menos colocó una ofrenda en memoria de las víctimas de feminicidio. Yesenia Zamudio, quien encabeza este grupo, señaló que es lamentable que la mayoría fueron asesinadas sólo por el hecho de ser mujeres.

La hija de Yesenia Zamudio, María de Jesús Jaimes Zamudio, fue asesinada en 2016. La ahora activista aseguró que para atender este flagelo “se requieren cambios profundos en la ley. Seguimos demandando a las autoridades un protocolo de género que realmente funcione para las universidades públicas del país, queremos la alerta de género para todo el país, así como fiscalías eficientes“.


jueves, 29 de octubre de 2020

Ofrenda Colectiva por nuestras Hijas y Hermanas asesinadas

30 de octubre, 10am.
#AltarAntiDeFeminicidios

Hacemos una invitación a familiares de víctimas de feminicidio, organizaciones, colectivas, activistas, feministas, defensoras de derechos humanos, periodistas y ciudadanía en general a que junt@s armemos la Ofrenda Colectiva en memoria de Nuestras Hijas y Hermanas que nos han asesinado.

La Ofrenda se armará este viernes 30 de octubre a las 10am en Nuestra Antimonumenta de Feminicidios, te pedimos lleves sus fotos, imágenes y objetos para recordarlas.

Puedes llevar también: Veladoras, flores, papel picado, incienso, fruta, comida, pan de muerto, todo lo necesario para un altar.