jueves, 26 de noviembre de 2009

Los asesinatos de mujeres en México y Centroamérica siguen impunes


Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Caravana de mujeres de Ciudad de México a Ciudad Juárez, el 23.11.2009, en protesta contra los feminicidios.
Los feminicidios en México y América Central han convertido a esa región en símbolo de violencia de género. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó a México por negligencia en las investigaciones.

Cuando Esmeralda, de 15 años, no regresó a su casa el 29 de octubre de 2001 después de trabajar haciendo la limpieza en una casa de Ciudad Juárez, su madre, Irma Monreal, fue a la policía para pedir ayuda y le dijeron: “estará con el novio”. Una semana después fueron encontrados ocho cuerpos de mujeres asesinadas con claras señas de tortura sexual, entre ellos el de Esmeralda. Desde entonces no se ha detenido a ningún responsable de los crímenes ni ha habido reparación de daños. El caso “campo algodonero”, se ha convertido en símbolo de la violencia de género en la ciudad fronteriza en el estado de Chihuahua, en el norte de México, en donde desde 1993 han sido asesinadas más de 400 mujeres y niñas y más de 1.000 siguen desaparecidas.

“Esa pretendida superioridad masculina en relación con a las mujeres es el origen del problema y se traduce en muchas formas de discriminación; en los casos más extremos se convierten en agresión física y asesinato, que no afecta de manera exclusiva a México o América Central, pero se destaca en esa región por su magnitud y complejidad”, resume el eurodiputado español Raúl Romeva i Rueda. Por iniciativa suya, el Parlamento Europeo (PE) aprobó por mayoría una resolución que condenó los feminicidios en México y Centroamérica en el 2007 y definió el papel de la Unión Europea en la lucha contra este problema.


Inminente un fallo histórico

El día Mundial contra la Violencia de Género, este 25 de noviembre, coincide con el inminente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el procedimiento contra el Estado mexicano por su negligencia en las investigaciones de tres mujeres asesinadas en la zona conocida como “campo algodonero”, un proceso que cuando comenzó el pasado 27 de abril recibió el beneplácito de la presidencia de la Unión Europea, que lo calificó como un hito importante en la lucha contra toda forma de violencia contra la mujer, por ser la primera vez que se analizan los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.

“Hay una falta de voluntad política para entender que éste es un tema de primer orden, las iniciativas en México para combatir el problema se han reducido y silenciándolo es imposible que se resuelva”, advierte Romeva, que considera una mala señal la designación de Arturo Chávez Chávez como titular de la Procuraduría General de la República (PGR). Diversas organizaciones civiles acusan al funcionario de haber bloqueado las investigaciones sobre personas desaparecidas en Ciudad Juárez y destacan que durante su gestión como subprocurador de Justicia en el estado de Chihuahua, aumentaron los feminicidios y la impunidad.

“La designación de una persona insensible al tema de la violencia contra las mujeres, denota que aquellos brotes de esperanza que surgieron hace dos años se han evaporado”, dice el eurodiputado de Los Verdes de Cataluña. Con el objetivo de hacer un balance sobre la situación de cara a la próxima cumbre de la Unión Europea y América Latina en mayo de 2010 en Madrid, Romeva convocó a la segunda Conferencia sobre Feminicidio “¡Ni una muerta más!”, a la que acudieron representantes de la Comisión de derechos de la mujer del PE, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como expertas y activistas de distintas organizaciones de Guatemala, Honduras, El Salvador y México.

La violencia de género ha aumentado

“Hay un incremento en la violencia sexual contra las mujeres y contra defensoras de los derechos humanos como resultado de la militarización que el Estado mexicano está promoviendo en distintas partes del país en la lucha contra el narcotráfico, lo que indica que el Estado simula que hace algo para recibir recursos de la UE, pero en realidad no hay la voluntad de combatir el problema de violencia de género de manera efectiva”, dice Andrea Medina Rosas, representante del Comité Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM). La abogada exhorta a la Unión Europea a que revise la efectividad de las políticas que apoya con recursos.

México cuenta con un Tratado de Libre Comercio y una Asociación Estratégica con la Unión Europea, y esta previsto que el bloque destine al país 55 millones de euros durante el período 2007-2013 para fortalecer la cooperación. “Priman completamente los intereses comerciales sobre cualquier tipo de cuestión que tenga que ver con los derechos humanos”, dice por su parte Daniel Tapia, de la Organización Ecuménica para la Paz y la Equidad con sede en Múnich, que desde el 2005 busca sensibilizar a la población alemana ante la impunidad y los feminicidios en México y Centroamérica.

El caso de Honduras, país que vive una crisis política desde el golpe de Estado el pasado 28 de junio, puso en manifiesto que la ruptura del orden constitucional ha dejado a las mujeres en una situación de total vulnerabilidad. Honduras, junto con Guatemala y El Salvador, es calificado por expertos como “el triángulo de la violencia en Centroamérica”. “Hemos tenido unas 400 denuncias de violencia brutal por parte de la policía contra mujeres participantes en marchas de protesta contra el golpe de Estado. Hay siete violaciones perpetradas por varios policías y la agresión sexualizada ha recrudecido”, dice Mirta Kennedy, directora del Centro de Estudios de la Mujer Honduras CEMH. “Dos mujeres murieron a raíz de los gases lanzados por las fuerzas de seguridad en las marchas, una situación que agudiza la situación en un país que acumula unos 1.000 feminicidios y un total de 12 muertes violentas diarias”, subraya Kennedy.

La resolución del Parlamento Europeo recomendó una serie de medidas para combatir el problema, entre ellas políticas públicas de promoción de la igualdad de género, investigación forense y reforma de los sistemas de Justicia, que arrojan pocos resultados. Romeva concluye que el momento es muy delicado y es necesario llamar la atención sobre un problema que no está resuelto.

Autora: Eva Usi

Editor: Pablo Kummetz