El pasado viernes 2 de diciembre, alrededor de las 14 horas, Norma Andrade, maestra de primaria y cofundadora de "Nuestras Hijas de Regreso a Casa" -organización dedicada a apoyar a las madres de las jóvenes y niñas asesinadas en Juárez, y madre de Lilia Alejandra asesinada en 2001- fue balaceada por un grupo de sicarios. En este momento se encuentra hospitalizada, y tanto ella como su hija Malú y sus 4 nietos, necesitan protección por parte de las autoridades, asistencia médica, hospedaje en la Ciudad de México y todo nuestro apoyo a fin de evitar más muertes sin sentido. Esto sólo parará cuando todos nosotros como sociedad decidamos unirnos para poner un alto y exigir respuestas a las autoridades. De lo contrario, quedaremos ante el mundo y ante nosotros mismos como una apática masa pantanosa, aún más cruel que el peor de los genocidas. La impunidad surge ante la indiferencia de quienes la permiten. La solución está en manos de todos, no sólo en unos cuantos.