martes, 8 de noviembre de 2011

El Estado mexicano pide perdón por los feminicidios; acto de simulación: deudos

  • Ni Calderón ni Blake asisitieron a la presentación del memorial por las víctimas
  • Se cumplieron 10 años de que fueron encontrados ocho cuerpos en el campo algodonero
 
Rubén Villalpando
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 8 de noviembre de 2011, p. 16
 
Ciudad Juárez, Chih., 7 de noviembre. Al cumplirse 10 años de que fueron localizados los cuerpos de ocho mujeres en el campo algodonero y en medio de reclamos y abucheos de familiares de las víctimas se inauguró el monumento memorial que ordenó la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).

El subsecretario de Gobernación, Felipe Zamora, pidió perdón por estos crímenes y reconoció la responsabilidad del Estado mexicano por omisiones que derivaron en violaciones a los derechos de las víctimas. Por el incumplimiento a investigar y garantizar el derecho a las víctimas, por violentar su acceso a la justicia y protección, el Estado reconoce su responsabilidad.

La intervención del funcionario, así como la de Graciela Ortiz, secretaria de Gobierno de Chihuahua, y la de Héctor Arcelús, secretario del municipio, fueron interrumpidas por los gritos de familiares de mujeres asesinadas y desaparecidas que reclamaban justicia.

Los deudos los llamaron mentirosos y corearon consignas de ni una mas o vivas se las llevaron, vivas las queremos, y a pesar de todo los funcionarios siguieron con los discursos que traían preparados.

Los familiares de las víctimas cuyos nombres quedaron inscritos en el memorial no acudieron, por considerar que el Estado mexicano ha incumplido con la sentencia internacional, incluido el monumento que deben erigir y que sólo fue presentado de manera parcial.

Ante la ausencia del presidente Felipe Calderón Hinojosa o del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, para pedir perdón, señalaron que ni en eso le dieron importancia a este acto.

Antes de iniciar su discurso para reconocer la responsabilidad del Estado, como ordenó el fallo de la CIDH, Felipe Zamora solicitó un minuto de silencio por las víctimas de feminicidio y desaparecidas.

El funcionario dijo que desde el inicio de la indagatoria del caso del campo algodonero, hubo negligencia, ya que no recabaron las pruebas suficientes y eso retrasó la indagatoria.

No se cuenta con la identidad de los responsables, además de que los deudos no fueron informados de las indagatorias, dijo.

Reconoció que las autoridades de los tres niveles violaron los derechos humanos, ya que incumplieron con la responsabilidad de proteger a las víctimas y familiares, los cuales sufrieron acoso.

Por su parte, la Red Ciudadana por la No Violencia y Dignidad Humana, en la que participan las familias de Claudia Ivette, Laura Berenice y Esmeralda, por cuyas muertes fue condenado el Estado mexicano en la CIDH, dio a conocer que no acudió a la develación del memorial levantado en el campo algodonero.

La decisión fue por la negativa a incorporar los nombres de todas las víctimas desde 1993 y cuando menos hasta el año 2006, como ordenó el tribunal internacional en su sentencia del 10 de en diciembre de 2009.

En un documento difundido por el Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer AC, Red Ciudadana de No Violencia y Dignidad Humana, y la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, afirman que los artículos 16 y 17 de esta resolución establecen que el Estado mexicano deberá hacer un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional, en honor a la memoria de Laura Berenice Ramos Monárrez, Esmeralda Herrera Monreal y Claudia Ivette González, el cual debe realizarse en la misma ceremonia que se devele el monumento en memoria de las mujeres víctimas de homicidio por razones de género en Ciudad Juárez.

En virtud de que el resolutivo 17 de la sentencia –agrega el texto– precisa que el monumento es en memoria de las mujeres víctimas de homicidio por razones de género en Ciudad Juárez y no únicamente para las víctimas del caso, existe un acuerdo suscrito entre el subsecretario de de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, las familias y sus representantes para diseñar un mecanismo que incorpore los nombres de todas las víctimas desde 1993 hasta 2006.

Sin embargo, denuncian, “el subsecretario de Gobernación, Felipe Zamora, ha ignorado dicho acuerdo y se ha negado a que los nombres de todas las víctimas de feminicidio en Ciudad Juárez sean incluidas en el memorial, a pesar de que las organizaciones representantes de las familias han proporcionado la información e iniciado un proceso de consulta con las familias de las víctimas”.

El pronunciamiento señala por otra parte que, a pesar de las manifestaciones reiteradas del presidente Felipe Calderón y del secretario de Gobernación, Francisco Blake, de que se cumplirá la sentencia del campo algodonero, en los hechos no hay ningún esfuerzo por ejecutar el mandato de la CIDH a cabalidad y las diversas acciones que han hecho públicas no acatan integralmente la resolución, sino simulan su cumplimiento.

Pendientes 12 resolutivos

Hasta la fecha, de los 13 resolutivos dictados por el tribunal internacional, el Estado mexicano únicamente ha dado cumplimiento a uno de ellos.

Recordaron que Esmeralda Herrera Monreal, de 15 años de edad; Laura Berenice Ramos Monárrez, de 17, y Claudia Ivette González, de 19, fueron reportadas en fechas distintas por sus madres como desaparecidas, pero las autoridades nunca hicieron algún esfuerzo por localizarlas. Sus cuerpos sin vida, junto con los de otras cinco jóvenes, fueron localizados en un lote conocido como campo algodonero, los días 6 y 7 de noviembre de 2001.

Ante la negligencia de las autoridades, las señoras Irma Monreal, Benita Monárrez y Josefina González, madres de las tres jóvenes, decidieron acudir ante la CIDH y, después de ocho años de litigio, el día 10 de diciembre de 2009 fue notificada la sentencia contra el Estado mexicano.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Colocan altar especial para madres e hijas asesinadas


Hérika Martínez Prado
Norte

2011-11-03
04:00:13

Con un tradicional altar de muertos, integrantes de la agrupación Nuestras Hijas de Regreso a Casa recordaron ayer a sus madres e hijas asesinadas en la ciudad.

Ropa, flores, bebidas, dulces y comida fueron colocados junto a sus fotografías en el altar que realizaron los 29 integrantes del proyecto La Esperanza.

"Cada año montamos el altar de muertos para recordar a las mujeres que fueron asesinadas en Ciudad Juárez, participan sus familias, amigos y compañeros de escuela", comentó José Eduardo Rosales, coordinador del proyecto.

José Ángel Morales Pérez de 20 años de edad acudió este año junto a su esposa y su hija de dos años de edad, a poner el altar a su madre asesinada.

"Mi mamá era Érika Pérez Escobedo, de 23 años de edad. A ella la encontraron muerta en septiembre del 2002", comentó.

Junto a los hijos de otras mujeres víctimas de la violencia en la ciudad, José Ángel colocó cigarros y comida para su mamá.

"Cada año hacemos el altar de muertos, ponemos sus fotos, tratamos de elaborar todo lo que les gustaba. Mi mamá era muy alegre, le gustaba mucho la música de Marco Antonio Solís, la música de banda, y siempre fumaba su cigarrito y tomaba su Coca-Cola", recordó.

Con apenas 11 años de edad, José y su hermana de entonces cinco años quedaron huérfanos en el 2002, y desde entonces fueron apoyados por Nuestras Hijas de Regreso a Casa.

"Primero, al saber que de la muerte tu mamá es difícil, caes en una depresión, pero la maestra Marisela "Ortíz- nos ha apoyado bastante. Cuando pasó estuvimos en terapias psicológicas, ella nos visitaba, nos animaba, nos decía que siguiéramos adelante, y eso fue algo importante para poder superar la perdida", aseguró.

Eventos como la realización del altar de muertos ayuda a los hijos y familiares de las víctimas a superar la perdida de una mejor manera, afirmó quien actualmente da clases de música a los niños y adolescentes del grupo.

"Hemos visto un cambio muy grande, ellos siguen estudiando, se está trabajando para darles otras alternativas y alejarlos de los riesgos juveniles que actualmente prevalecen en la ciudad", comentó el coordinador del grupo mientras los familiares terminaban de colocar las fotografías sobre el altar.

También se colocó el uniforme color verde que utilizaba Alejandra García Andrade cuando era comandante de la escolta en la Secundaria número 8368, junto a su fotografía con la leyenda "Justicia", misma exigencia que la de los familiares de Silvia Elena Rivera, quien fue asesinada el siete de junio de 1995.

martes, 1 de noviembre de 2011

Indignación en Chihuahua: nuestras desaparecidas


El registro masivo de personas desaparecidas en nuestro país coincide con el momento histórico que el presidente Felipe Calderón denominó “La guerra contra el narcotráfico”. Desde el inicio de su periodo presidencial hasta diciembre del 2010, se reporta que más de 5 mil personas se “esfumaron” en México: según la Comisión Nacional de Derechos Humanos el 79% de las personas desaparecidas son hombres y el resto mujeres. En Chihuahua, la Fiscalía General del Estado reportó a la organización Justicia Para Nuestras Hijas que 107 mujeres desaparecieron en la entidad del 1 de enero al 31 de diciembre del 2010.
Frente a esta problemática, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indicó, tras uno de los múltiples resolutivos de la sentencia del caso Campo Algodonero, que en cuanto sea reportada la desaparición de una mujer o una niña, es obligación del gobierno federal, estatal y municipal activar el Protocolo Alba, que consiste en buscar a la desaparecida de manera coordinada entre las instancias, haciendo visible su ausencia para intentar recuperarla, ya que se considera que entre más tiempo permanezca desaparecida una mujer, es más probable que ocurra un feminicidio. Durante todo el 2010, el Protocolo Alba solamente fue activado en dos ocasiones: en la desaparición de Yanira Frayre (de 15 años) y en la de Jesica Leticia Peña (de 16 años); por desgracia ambas jóvenes de Ciudad Juárez continúan desaparecidas.
En la capital del estado, uno de los casos emblemáticos es el de Pamela Leticia Portillo Hernández, quien desapareció junto con un elemento del Ejército Mexicano. En este suceso, según la evidencia, participaron policías estatales. Hace ya más de un año que desapareció Pamela. Su mamá, Lourdes Hernández, la ha buscado desde las primeras horas que siguieron a su desaparición. Yo la conocí en julio del 2010, y desde entonces varias organizaciones y grupos de mujeres la hemos acompañado en todo el proceso de su búsqueda, cada una desde su espacio y en la medida de sus posibilidades; desde mujeres que trabajan directamente con los sistemas de justicia, hasta las que salimos a la calle con Lourdes a buscar a Pamela.
Un rápido recuento de lo ocurrido desde su desaparición podría ser el siguiente:

Ella cumplió 24 años, sus hijas pasaron de grado en la escuela y cumplieron años, su familia pasó Navidad y año nuevo sin ella, su mamá le escribió un poema por el 10 de mayo; hubo cambio de gobernador en Chihuahua, Susana Chávez fue una más –una nueva víctima de feminicidio–, dejó de existir la unidad policiaca CIPOL, asesinaron al hermano de la ex procuradora de Chihuahua, asesinaron en la puerta del Palacio de Gobierno de Chihuahua a la señora Maricela Escobedo: una mamá que pedía justicia por el asesinato de su hija. En medio de esta violencia que afecta a cada familia y al colectivo, yo preguntaría ¿por qué no ocuparnos del derecho a la vida de quienes ya nacimos, en lugar de debatir el derecho a la vida de los no nacidos?
Como si las desapariciones y la falta de oportunidades para vivir una vida digna no fueran suficientes, en nuestra entidad, en lo que va del 2011 han sido asesinadas de forma violenta 2,572 personas –1,571 en Ciudad Juárez y 549 en la capital; el resto en comunidades serranas y rurales. Hay que tomar en cuenta que no se está registrando la cifra negra de las zonas alejadas de las urbes, y que estos datos tampoco fueron parte del informe de nuestro gobernador César Duarte Jáquez. En dicho informe, afirmó que la violencia disminuía notablemente, pero en 2010 asesinaron a 4,080 personas: no hay tal disminución de personas asesinadas ni de la violencia generalizada (Información Procesada). Ni los feminicidios, ni los asesinatos en general, ni las desapariciones fueron temas relevantes en el informe del gobernador.

Por ello, en la capital de Chihuahua, un grupo de ciudadanos y ciudadanas estamos emprendiendo una campaña de concientización para hacer visibles las múltiples desapariciones que ocurren en nuestro Estado y en nuestro país. Nosotras somos conscientes de que nadie desaparece, y por desgracia también sabemos que los gobiernos muestran muy poco interés en que nuestros y nuestras desaparecidas regresen, como lo demuestra la ineficacia de las instancias encargadas de buscarlas y encontrarlas.

El domingo pasado, 15 de octubre, salimos a expresar nuestro sagrado derecho a la indignación. En Chihuahua nos reunimos en la plaza que muchos hemos nombrado “Ni Una Más” (también conocida como Plaza del Ángel). Ahí, una de las consignas más fuertes llamaba a más ciudadanas y ciudadanos a sumarse a la búsqueda de nuestras gentes y a reclamar “¡No más desaparecidos y desaparecidas!”. Tras el evento, el objetivo de quienes estamos al lado de sus familias, y de quienes salimos a la calle a buscar a nuestros desaparecidos, sigue siendo el mismo: mantener en la memoria colectiva a quienes un día ya no regresaron y de quienes no sabemos nada, pues sabemos que no podemos ni debemos darnos el lujo de olvidar a nuestra gente.

Es fundamental tener en claro que si permitimos que desaparezcan, no sólo las desaparecen a ellas; también desaparecen nuestros derechos. Patricia Ariza, en su visita a Guanajuato en julio de este año dijo: “hay que aprovechar las crisis para buscar cambios sociales…hay que salir con miedo, pero hay que salir”. Evidentemente estamos en una crisis, y creo que la manera de vencer el miedo es salir en una colectividad. Hay que hacernos notar y oír, hay que ejercer ese sagrado derecho a la indignación alzando la voz y acompañándonos los unos a los otros en esta crisis que estamos viviendo.

Informacion adicional

  • Autor/a:Linda Flores
  • NAR:
  • Biografía:Antropóloga social, profesora universitaria e investigadora de archivos históricos. Acompaña solidariamente a mujeres en situación de violencia. Fundó el grupo Diálogo y Acción Ciudadana

jueves, 27 de octubre de 2011

Le sacan bebé y queman viva a una embarazada

En un acto de venganza, varios hombres golpearon a una mujer embarazada, le sacaron el producto y con su sangre dejaron un mensaje escrito a su esposo que decía “Santiago estamos a mano”. Posteriormente la quemaron viva en la colonia Parajes del Oriente.

Sin embargo, bomberos lograron rescatar a un infante de dos años quien resultó ileso en la situación. La víctima fue identificada como Denisse Daisy Robles López de 17 años.

El asesinato se registró ayer a las dos de la tarde en el domicilio ubicado en la calle Desierto Arábigo casi esquina con prolongación Zaragoza.

De acuerdo con la autoridad, los sicarios entraron a la vivienda donde se encontraba la víctima, quien tenía siete meses de gestación y le provocaron un aborto.

Por último le prendieron fuego y se retiraron del lugar.

Vecinos del sector dijeron haber escuchado un escándalo adentro del hogar, mientras que rescatistas detallaron que había mucho desorden.

Una vez que el inmueble comenzó a arder, el comerciante de una tienda de abarrotes intentó rescatar a los ocupantes, sin embargo, la intensidad de las llamas le impidió entrar.

En el momento que el humo se expandía, empleados de Cementos de Chihuahua que pasaban a bordo de una camioneta sofocaron gran parte del fuego echándole agua con una manguera que traían.

Momentos después elementos del cuerpo de Bomberos llegaron para apagar el incendio, logrando rescatar con vida al menor de dos años quien se encuentra sin ninguna lesión.

En el momento que apagaron el siniestro, localizaron el cuerpo de la mujer con el vientre abierto y vieron al feto sustraído cuando realizaban labores de rescate.

Familiares de la fémina llegaron al lugar y no pudieron contener el llanto y desesperación al no poder pasar.

En tanto, la autoridad desconoce el paradero del cónyuge.

Personal del Servicio Médico Forense arribó al lugar para retirar el cuerpo de la vivienda y trasladarlo a sus instalaciones, en espera del reclamo de sus familiares.

QUINCEAÑERA DE SECUNDARIA SECUESTRADA

Hombres encapuchados levantan a Karla Martinez de la Secundaria Estatal 1 en Parajes de San Juan
levantadaCIUDAD JUÁREZ.- La Secundaria Estatal 1 se declaró en alerta contra secuestradores.
Familiares de la adolecente Karla Abigail Martínez Ortiz, de 15 años, acudieron a la Fiscalía General de la Zona Norte para pedir ayuda para dar con el paradero de su hija.
La jovencita fue levantada la tarde del miercoles por dos hombres encapuchados que viajaban en una Van color blanca, a unas cuantas cuadras de su vivienda.
A pesar del apoyo de los agentes ministeriales, hasta este mediodía no han tenido noticias sobre su posible ubicación, por lo que le piden a la ciudadanía su apoyo en caso de llegar a verla.
La joven era estudiante de la Secundaria Estatal 1 y a decir de sus padres, no tenía problemas con nadie.

domingo, 23 de octubre de 2011

Corona Australis



Desde Mons! queremos dar una noticia muy importante para nosotros... Después de tres años de trabajo (y el que queda) por fin tenemos el orgullo de presentar nuestro web-book Corona Australis, un proyecto que después de tanto tiempo, cobra forma, ¡ya es real!

Nuestro proyecto se trata de un web-book con 17 capítulos, que relatan la historia de Rosalita Cuevas, natural de Ciudad Juarez, México. Esos 17 capítulos, cuentan con sus 17 canciones y sus 17 ilustraciones/animaciones de diferentes artistas que han colaborado con nosotros. En el apartado arte, podeís echarle un vistazo a las personas que han aportado su esfuerza y dedicación. Muchísimas gracias.


El proyecto que llevamos entre manos es el de dar a conocer una realidad que se vive día a día en Ciudad Juarez, dónde muchas mujeres jóvenes desaparecen año tras año y las autoridades poco o nada pueden hacer. Mediante el viaje de Rosalita Cuevas (disponible en el apartado libro) se quiere dar una visión global del problema, aparte de tratar otros muchos temas que suceden en el mundo provocando mucho sufrimiento en la existencia humana. Nuestra intención no es dar ninguna lección, ni aportar una solución mágica. Sólo pretendemos con todo esto provocar una reflexión común y disfrutar de una obra de arte con todos nuestros allegados, tanto en la creación como en su reproducción. Para nosotros sería todo un orgullo escuchar vuestros comentarios y que pudierais dedicarle una horita junto a una buena taza de café o de té, una manta y un ordenador encendido en una habitación con luz tenue (recomendado). Y si luego compartís y comentaís, eso sería el mejor regalo que nos podreís hacer.

Colaboran en este proyecto la web de psicodelia "Mentes de ácido", la asociación mexicana "Nuestras hijas de regreso a casa" y el colectivo musical "Carcamal Musicalidad" dando su apoyo a esta causa que es el tema principal del disco Corona Australis.

También queremos anunciar desde Mons, que dentro de poco tendremos disponible la versión en CD. Para los encargos, hemos habilitado el correo rosalitamusic@gmail.com en el que se pueden realizar los pedidos. No tenemos el precio difinitivo pero podemos decir que el disco costará entre 6 y 8 euros. Esperamos poder confirmar el precio esta misma semana. También os podemos adelantar que en cuanto salga a la luz el disco estará disponible la versión online descargable del CD, junto a algunas sorpresas.

viernes, 21 de octubre de 2011

MALÚ GARCÍA BAJO SENTENCIA DE MUERTE

Directora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa pide protección al Gobernador por miedo a ser ejecutada por el crimen organizado
CIUDAD JUAREZ.- Malu García Andrade, Directora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, ha recibido nuevas amenazas de muerte de grupos criminales.

La feminista y activista social, dijo que teme ser asesinada en cualquier momento por el crimen organizado al haber recibido reiteradas amenazas a su teléfono.

Garcia Andrade abordó al Gobernador Cesar Duarte durante para pedirle ayuda durante el encuentro de ONGS en Cibeles.

Guardias del mandatario resguardaron a Malú y la subieron al vehículo blindado del Gobernador para hablar con él en privado.

Malú ha denunciado amenazas de muerte desde hace un año, cuando su casa fue quemada parcialmente de manera intencional.

En esa misma época, la profesora Marisela Ortiz, también dirigente de Nuestras Hijas de Regreso a Casa se exilió en El Paso luego que apareciera una narcomsnta de smenaza en la escuela secundaria donde trabajaba.

Por su parte, Malú ha decidido permanecer en Juárez, pero teme por su vida y la de sus hijos.

Activista de Chihuahua pide protección

Ciudad Juárez, Chih., 20 de octubre. La activista Malú García Andrade, directora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, solicitó protección al gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, debido a que recientemente ha recibido de nuevo amenazas de muerte. Estoy en un momento de desesperación, le dijo al mandatario. La luchadora social comentó que teme ser asesinada en cualquier momento por miembros del crimen organizado, ya que desde hace una semana ha sido amenazada vía telefónica en varias ocasiones. El año pasado, García Andrade y Marisela Ortiz, otra de las fundadoras de dicha agrupación, tuvieron que refugiarse en otras ciudades del país y Estados Unidos, respectivamente, luego de ser amenazadas por presuntos criminales.

martes, 18 de octubre de 2011

Indignación en Chihuahua: nuestras desaparecidas

Por: Linda Flores *

El registro masivo de personas desaparecidas en nuestro país coincide con el momento histórico que el presidente Felipe Calderón denominó “La guerra contra el narcotráfico”. Desde el inicio de su periodo presidencial hasta diciembre del 2010, se reporta que más de 5 mil personas se “esfumaron” en México: según la Comisión Nacional de Derechos Humanos el 79% de las personas desaparecidas son hombres y el resto mujeres. En Chihuahua, la Fiscalía General del Estado reportó a la organización Justicia Para Nuestras Hijas que 107 mujeres desaparecieron en la entidad del 1 de enero al 31 de diciembre del 2010.

Frente a esta problemática, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indicó, tras uno de los múltiples resolutivos de la sentencia del caso Campo Algodonero, que en cuanto sea reportada la desaparición de una mujer o una niña, es obligación del gobierno federal, estatal y municipal activar el Protocolo Alba, que consiste en buscar a la desaparecida de manera coordinada entre las instancias, haciendo visible su ausencia para intentar recuperarla, ya que se considera que entre más tiempo permanezca desaparecida una mujer, es más probable que ocurra un feminicidio. Durante todo el 2010, el Protocolo Alba solamente fue activado en dos ocasiones: en la desaparición de Yanira Frayre (de 15 años) y en la de Jesica Leticia Peña (de 16 años); por desgracia ambas jóvenes de Ciudad Juárez continúan desaparecidas.

En la capital del estado, uno de los casos emblemáticos es el de Pamela Leticia Portillo Hernández, quien desapareció junto con un elemento del Ejército Mexicano. En este suceso, según la evidencia, participaron policías estatales. Hace ya más de un año que desapareció Pamela. Su mamá, Lourdes Hernández, la ha buscado desde las primeras horas que siguieron a su desaparición. Yo la conocí en julio del 2010, y desde entonces varias organizaciones y grupos de mujeres la hemos acompañado en todo el proceso de su búsqueda, cada una desde su espacio y en la medida de sus posibilidades; desde mujeres que trabajan directamente con los sistemas de justicia, hasta las que salimos a la calle con Lourdes a buscar a Pamela.

Un rápido recuento de lo ocurrido desde su desaparición podría ser el siguiente:

Ella cumplió 24 años, sus hijas pasaron de grado en la escuela y cumplieron años, su familia pasó Navidad y año nuevo sin ella, su mamá le escribió un poema por el 10 de mayo; hubo cambio de gobernador en Chihuahua, Susana Chávez fue una más –una nueva víctima de feminicidio–, dejó de existir la unidad policiaca CIPOL, asesinaron al hermano de la ex procuradora de Chihuahua, asesinaron en la puerta del Palacio de Gobierno de Chihuahua a la señora Maricela Escobedo: una mamá que pedía justicia por el asesinato de su hija. En medio de esta violencia que afecta a cada familia y al colectivo, yo preguntaría ¿por qué no ocuparnos del derecho a la vida de quienes ya nacimos, en lugar de debatir el derecho a la vida de los no nacidos?


Como si las desapariciones y la falta de oportunidades para vivir una vida digna no fueran suficientes, en nuestra entidad, en lo que va del 2011 han sido asesinadas de forma violenta 2,572 personas –1,571 en Ciudad Juárez y 549 en la capital; el resto en comunidades serranas y rurales. Hay que tomar en cuenta que no se está registrando la cifra negra de las zonas alejadas de las urbes, y que estos datos tampoco fueron parte del informe de nuestro gobernador César Duarte Jáquez. En dicho informe, afirmó que la violencia disminuía notablemente, pero en 2010 asesinaron a 4,080 personas: no hay tal disminución de personas asesinadas ni de la violencia generalizada (Información Procesada). Ni los feminicidios, ni los asesinatos en general, ni las desapariciones fueron temas relevantes en el informe del gobernador.

Por ello, en la capital de Chihuahua, un grupo de ciudadanos y ciudadanas estamos emprendiendo una campaña de concientización para hacer visibles las múltiples desapariciones que ocurren en nuestro Estado y en nuestro país. Nosotras somos conscientes de que nadie desaparece, y por desgracia también sabemos que los gobiernos muestran muy poco interés en que nuestros y nuestras desaparecidas regresen, como lo demuestra la ineficacia de las instancias encargadas de buscarlas y encontrarlas.

El domingo pasado, 15 de octubre, salimos a expresar nuestro sagrado derecho a la indignación. En Chihuahua nos reunimos en la plaza que muchos hemos nombrado “Ni Una Más” (también conocida como Plaza del Ángel). Ahí, una de las consignas más fuertes llamaba a más ciudadanas y ciudadanos a sumarse a la búsqueda de nuestras gentes y a reclamar “¡No más desaparecidos y desaparecidas!”. Tras el evento, el objetivo de quienes estamos al lado de sus familias, y de quienes salimos a la calle a buscar a nuestros desaparecidos, sigue siendo el mismo: mantener en la memoria colectiva a quienes un día ya no regresaron y de quienes no sabemos nada, pues sabemos que no podemos ni debemos darnos el lujo de olvidar a nuestra gente.

Es fundamental tener en claro que si permitimos que desaparezcan, no sólo las desaparecen a ellas; también desaparecen nuestros derechos. Patricia Ariza, en su visita a Guanajuato en julio de este año dijo: “hay que aprovechar las crisis para buscar cambios sociales…hay que salir con miedo, pero hay que salir”. Evidentemente estamos en una crisis, y creo que la manera de vencer el miedo es salir en una colectividad. Hay que hacernos notar y oír, hay que ejercer ese sagrado derecho a la indignación alzando la voz y acompañándonos los unos a los otros en esta crisis que estamos viviendo.
*Linda Flores es Antropóloga social, profesora universitaria e investigadora de archivos históricos. Acompaña solidariamente a mujeres en situación de violencia. Fundó el grupo Diálogo y Acción Ciudadana

domingo, 9 de octubre de 2011

La desidia de las autoridades competentes


LAS AUTORIDADES LLEVABAN UN AÑO CON EL CUERPO DE MÓNICA DELGADO EN LA MORGUE.

LA JOVEN, DE SÓLO 18 AÑOS, DESAPARECIDA DESDE 2009.

UN CASO MÁS DE LA DESIDIA Y LA POCA VERGÜENZA DE UNAS AUTORIDADES INCOMPETENTES QUE SE BURLAN DEL DOLOR DE LAS FAMILIAS DE DESAPARECIDAS.

viernes, 7 de octubre de 2011

Feminicidios en México: Audiencia en el Parlamento Europeo

BRUSELAS (apro).- A casi dos años de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado mexicano por el caso de los feminicidios perpetrados en Campo Algodonero –emitida el 16 de noviembre de 2009–, el gobierno de Felipe Calderón continúa sin aplicar las acciones requeridas por la Coidh.

Peor aún: los feminicidios en Juárez, Chihuahua, que captaron la atención internacional, se repiten en mayor número en otras ciudades del país, las víctimas son cada vez más jóvenes, la impunidad va en aumento y el riesgo es mayor para los activistas que apoyan a las víctimas y sus familiares.

Ese fue el diagnóstico que presentó este martes 4 la abogada Andrea Medina Rosas, activista de la Red Mexicana de Mujeres de Ciudad Juárez, durante la audiencia titulada Feminicidios en México y Centroamérica que, por primera vez, realizan en conjunto el Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género y el Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.

Medina Rosas expuso a los asistentes que, entre 1993 y 2001, se registraron 214 asesinatos de mujeres en Juárez, mientras que, sólo en 2010, se registraron 304 homicidios de ese tipo en la misma entidad, y entre enero y abril de este año ya iban contabilizados 89 casos.

Esos datos se incluyen en el reporte Feminicidio: respuestas internacionales de Madrid a Chile, que elaboró la fundación alemana Heinrich Böll y que se divulgó en la mencionada audiencia del Parlamento Europeo.

Ese reporte concluye que las reformas legislativas sobre feminicidio “requieren ahora traducirse en un monitoreo minucioso para su cumplimiento” aunque, asienta, el indicador “más contundente de cumplimiento es que esas muertes ya no ocurran”.

En la audiencia, Teresa Jiménez Becerril, eurodiputada española del grupo del Partido Popular Europeo, advirtió que ella y sus colegas “no venimos a criticar a los gobiernos” de México y de los países centroamericanos.

Subrayó que tales gobiernos hacían esfuerzos para luchar contra los feminicidios, pero que incluso en su país se dificultaba la aplicación de reformas.

“No hay que confundirnos”, respondió a Jiménez el eurodiputado, también español, Raúl Romeva. Dijo que el Parlamento Europeo reconocía que los feminicidios eran un fenómeno global y no exclusivo de México, pero que había ocasiones, “como hoy, que nos toca tratar a México”.

Recordó que en 2006 no había casi eurodiputados que lo apoyaran cuando comenzó a preparar una resolución sobre los feminicidios en México, que finalmente aprobó el Parlamento Europeo el 11 de octubre de 2007.

“Hoy –se congratuló– son dos comisiones las que han introducido el tema en su trabajo cotidiano. Era lo que pedíamos entonces (en 2006)”.

Advirtió: “En México la tensión a nivel de la narcoviolencia es importante, pero eso no es una excusa para no tratar los feminicidios como casos particulares. Precisamente en estos contextos hay que visibilizar el problema porque las mujeres son más vulnerables”.

Indolencia oficial

El eurodiputado Richard Howitt, quien presidió el viaje a México de una delegación del Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, que tuvo lugar del 18 al 20 de mayo último, indicó, en un tono de sorpresa, que mientras el país dispone de una infraestructura y personal “excelente en materia de derechos humanos”, “la situación está empeorando”.

El 23 de septiembre, Apro dio a conocer el reporte sobre tal viaje a México que presentará Howitt el próximo 8 de diciembre en la sesión de la delegación para México del Parlamento Europeo.

En él se indica que, luego de sus encuentros con las ONG en Oaxaca y en la Ciudad de México, la delegación europea “notó la preocupación de éstas acerca de la calidad y la intensidad de su cooperación con la delegación de la UE en México y sus limitadas posibilidades para hacer aportaciones al Diálogo de Derechos Humanos México-UE, que han tenido lugar en 2010 y este año.

“El Parlamento Europeo –remarca el reporte– respeta la inquietud de México sobre su imagen internacional, pero en un espíritu de solidaridad con las ONG y las víctimas está obligado a continuar pidiendo a México cumplir con sus obligaciones bajo la ley internacional de derechos humanos”.

El problema en México, señaló la eurodiputada alemana Franziska Keller en la audiencia del 4 de octubre, “no es el análisis de qué se puede hacer” para frenar los asesinatos de mujeres, sino que las autoridades mexicanas simplemente no aplican las leyes ya existentes contra los feminicidios.

Keller y su colega finlandesa Satu Hassi, ambas del grupo del Partido Verde Europeo, estuvieron de visita oficial en México entre el 30 de junio y el 4 de julio.

Keller comentó a los asistentes que hay legisladores en la Cámara de Diputados de México “que están trabajando contra los feminicidios”. Por ejemplo, dijo, la diputada perredista Teresa Incháustegui, presidenta de la Comisión Especial de Feminicidios, “hace un trabajo excelente” con propuestas concretas para mejorar la situación, “pero eso no ha mejorado la calidad de las investigaciones” ni ha evitado el retraso en la construcción del memorial para las víctimas que la Coidh ordenó implementar al Estado mexicano.

El 27 de septiembre fue difundido un informe político realizado por el finlandés Jarmo Oikarinen para la Dirección General de Políticas Externas de la UE del Parlamento Europeo. El informe, “de uso interno exclusivamente” –pero que fue difundido el mismo día a corresponsales y activistas de derechos humanos–, tiene como título El feminicidio en México y Centroamérica.

El documento, de ocho páginas, ofrece información general y de uso teórico. Sólo plantea en un párrafo que, “en México, la violencia contra las mujeres ha permanecido extendida a pesar de que, en 2008, 28 estados del país promulgaron legislación de (la Ley General de) acceso de las mujeres a una vida libre de violencia”, aunque “Amnistía Internacional reportó que sólo las autoridades federales y tres gobiernos estatales expidieron regulaciones ejecutivas para implementar esa nueva legislación”.

Intervención fallida

Pero dicha legislación fue ensalzada por Etelvina Pérez López, representante de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), al exponer en el Parlamento Europeo la versión oficial, que apunta a engrandecer las políticas gubernamentales contra ese creciente fenómeno de violencia extrema.

Con notable nerviosismo, Pérez López también ratificó al principio de su intervención “el compromiso del Estado mexicano para proteger los derechos de las niñas y las mujeres”, y mencionó que el gobierno de Felipe Calderón era “pionero en ‘etiquetación’ (sic) de recursos en materia de igualdad entre hombres y mujeres y de combate contra la violencia de género”.

Pero la funcionaria vacilaba tanto en dar un orden a sus ideas que, por lapsos, su discurso era incomprensible. Los traductores a otras lenguas se quedaban callados esos momentos tratando con muchas dificultades de hilar de manera lógica el discurso de la mexicana, a tal grado que una traductora al francés, desesperada, movía visiblemente las manos para manifestar que no entendía nada.

Romeva lamentó que la funcionaria del gobierno calderonista no hubiera mencionado en su exposición el tema del incumplimiento oficial de la sentencia de la Coidh. No tenía constancia, espetó Romeva, de que, como lo ordenó el fallo, el gobierno mexicano hubiera realizado investigaciones específicas, castigado a los funcionarios ineficientes en el caso y protegido a las familias amenazadas, así como difundido la sentencia en el Diario Oficial y pagado indemnizaciones.

Pérez López quiso responder, pero se le comunicó discretamente que, a falta de tiempo, los otros invitados tenían prioridad en responder a las preguntas de los eurodiputados.

En otro momento, María Gotsi, funcionaria de la unidad para México del Servicio Europeo de Acción Exterior, afirmó que el fallo de la Coidh contra México era “muy importante” para la UE, y que las autoridades mexicanas habían pasado a la “fase de reconocimiento” de esa sentencia “y de garantizar un marco legislativo adecuado”.

Remarcó que la UE ha cooperado con México “con asistencia técnica, la cual ha contribuido en la adopción de leyes” en la materia, como fue el caso de un programa con el estado de Veracruz, además de que 30% de los proyectos que financia en el país están asociados con el combate a la violencia de género, por lo que igualmente apoya el acompañamiento psicológico y de acceso a la justicia de las víctimas y sus familias.

En las políticas de cooperación bilateral, añadió Gotsi, la UE se enfoca en financiar proyectos que fomenten la coordinación entre instituciones mexicanas en materia de lucha contra la violencia de género. En lo que llamó “el componente de feminicidios” se refirió a los “protocolos de investigación de delitos de género” que elaboraron “expertos” europeos y mexicanos financiados en el marco de esa cooperación bilateral.

Posteriormente, Medina Rosas aseguró que “son necesarios mecanismos más precisos de monitoreo” de la problemática; sin embargo, cuestionó esos proyectos bilaterales a los que se refirió la funcionaria europea. La abogada mexicana cuestionó a los expertos mexicanos que, en particular, participaron en el proceso de revisión de los protocolos de atención a víctimas, ya que, dijo, “no eran los especialistas correspondientes ni los necesarios para ese proyecto”.

En conversación con Apro, Medina Rosas criticó la designación en tal proyecto de una persona cercana a las autoridades, Teresita Gómez de León, exdirectora general en la Ciudad de México de la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez, excoordinadora general de Participación Ciudadana y Centros de Atención de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, y actual directora de la Fundación Renacer.

Medina Rosas lamentó además que el documento resultante de ese trabajo fuera entregado a la Procuraduría General de la República (PGR) sin que ello se tradujera en resultados tangibles, y que el gobierno mexicano no quiera informar cuál fue su costo. Gotsi manifestó al corresponsal que no conocía tampoco ese dato.

lunes, 3 de octubre de 2011

Incrementa 500 por ciento los asesinatos contra mujeres

Beatriz Corral Iglesias
Norte

2011-10-02
04:00:00
En 14 años, de 1993 al año 2007, Ciudad Juárez tenía un promedio de 33 mujeres asesinadas por año, pero después, en estos cuatro años se tiene un promedio de 200 mujeres asesinadas hecho que representa un incremento en los asesinatos de féminas del 500 por ciento, manifestó Julia Monárrez investigadora del Colegio de la Frontera Norte en el tema del feminicidio en esta región.

La especialista afirmó que se deberá entender al feminicidio como el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujeres cometido por un hombre en una discriminación de género que desde el 2008 estaba ya representando un problema social y de seguridad.

Pues las estadísticas en base a la violencia generada en contra de las mujeres exponen que la muerte de las féminas se ha originado por cuestiones relacionadas por el narcotráfico, aunque no todas ellas estén involucradas a lo que consideran víctimas circunstanciales.

Los datos obtenidos representan una cifra estimada en 47 mujeres asesinadas por cada 100 mil habitantes, entre ellos niñas y mujeres madres de familia, en su mayoría.

Indicó que después de la resolución del campo algodonero donde la Corte Interamericana ya había llamado la atención al país y al estado de Chihuahua, por no atender el problema de los feminicidios y las desapariciones, vuelve en el 2008 a advertir al Estado mexicano especialmente a Chihuahua sobre la cuestión de las mujeres desaparecidas, y le expone que a partir del 2008 se ha incrementado de una manera muy trágica la desaparición de mujeres que debe ser atendida de manera inmediata.

Sobre todo porque en la base de datos se reportan 187 casos de jovencitas desaparecidas en tres años, lo que ha ocasionado el reclamo de las Organizaciones No Gubernamentales y los familiares por medio de protestas e incluso con la instalación de anuncios espectaculares por toda la ciudad en busca de las jovencitas extraviadas avisándole de esa manera a la comunidad ante la ausencia del Gobierno y el Estado mexicano que resulta completamente desarticulado aunado a un Estado ineficiente para resolver los casos, a pesar de que se le ha dicho que tiene que poner a funcionar el protocolo Alba para la búsqueda de las jóvenes desaparecidas en un determinado sector.

Al centrarse sobre la cuestión de las mujeres y niñas muertas por el crimen organizado, la académica explica que ha sido difícil obtener los datos sobre esas víctimas porque en Ciudad Juárez durante el 2010 se realizaba una autopsia cada dos horas 50 minutos y porque los Semefos colapsaron por la cuestión de muertes violentas.

"De 454 mujeres que habían sido asesinadas por cuestiones del narcotráfico (aunque no todas ellas están inmersas en esa actividad) hasta octubre del 2010, 21 de ellas se registraron por deudas con el narco, y entre 15 y 17 fueron por presencias circunstanciales o porque están en el momento, el lugar y a la hora equivocada lo que llaman los efectos colaterales cuando no deberían de existir estos", dijo.

Afirmó que del total de mujeres asesinadas 79 están directamente relacionadas con el crimen organizado y cuatro más por haber denunciado algún acto, lo que nos demuestra que en Ciudad Juárez puedes morir por esa causa.

"Las mujeres ingresan al narcotráfico siempre en los escalafones más bajos ya que las ponen de halcones o burras y eso se debe porque en su mayoría son mujeres pobres que viven en colonias marginadas que se dejan asesinadas en espacios públicos impunemente", expresó.

Explicó que a diferencia de lo que ocurría en el pasado, a partir del 2008 se empezó a registrar otra edad (entre los 30 y 39 años de edad) en cuanto al asesinato de mujeres, hecho que empieza a tomar importancia como un indicador a tomarse en cuenta, además de que ahora los asesinatos son por utilizar un arma, cuando en el pasado se presentaba la muerte por medio de golpes o violencia sexual.

"El problema con todas estas muertes es que el Estado está ausente en Ciudad Juárez y nos damos cuenta de eso porque son a través de mantas donde se informaba a la autoridad de lo que pasaba, toda esa violencia, desconfianza y temor ha ocasionado que los mismos habitantes cierren sus accesos de entrada por medio de tambos para después hacerlo con casetas de seguridad", señaló.

En esta ciudad constantemente se evidencia una gran ineptitud para atender ésta y otra serie de problemas, debido a que no se han generado modelos que sean más sustentables y atiendan la demanda de los ciudadanos pero en especial permitan fortalecer los programas que son buenos y pueden contribuir a mejorar la situación que padece Juárez, agregó.

Comentó que para poder contribuir a mejorar el panorama primero se debe entender "que la teoría feminista es muy clara cuando nos dice que la violencia sexual o contra las mujeres no sólo las tenemos que ver desde los actos sexuales que se ejercen con el cuerpo de la mujer sino que también por la violencia basada en el sexo e implica una amplia variedad de actos violentos que van dirigidos a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres".

Un dato que se tiene que tomar en cuenta, es que Ciudad Juárez a lo largo de los años desde 1993 al 2011 ha sido una comunidad que ha sido disciplinada con una violencia que se ejerce no sólo contra las mujeres sino también con los hombres y esta violencia de género que disciplina a hombres y mujeres se ejerce con la muerte de ambos y se da a través de una serie de prácticas dominantes que las podemos ver en el contexto de haber utilizado una concepción teórica de que las drogas son problema de seguridad pública y no un problema de salud pública, sostuvo.

Otro análisis que nos permite ver la violencia de género es cuando el Estado no pone mayor atención en resolver los crímenes en contra de hombres, y aquí podríamos ver que hay una discriminación entre las mujeres, pero las estadísticas nos dicen que el Estado no atiende la solución ni el debido proceso para los hombres asesinados ni tampoco para las mujeres.
De 1993 al 2011 se construyó una base de datos con concepción teórica acerca del feminicidio (asesinato de una mujer cometido por un hombre, el cuerpo de la mujer presenta actos violentos que se ejercen en contra de ellas, hay una relación entre la víctima y el victimario) lo que permite construir una tipología acerca de los asesinatos de mujeres.

Y uno de esos es el feminicidio sexual sistémico que tiene que ver con los asesinatos que se dieron a conocer internacionalmente por familiares de víctimas de organizaciones no gubernamentales que demandaban el alto a los asesinatos de niñas y que tenían códigos porque eran mujeres económicamente marginadas y sus asesinatos tenían firma que se podía relacionar porque todas ellas eran menores de 17 años que habían sido secuestradas, torturadas y sus cuerpos violentados habían sido dejados en el desierto o en los lotes baldíos.
"En ese entonces los asesinatos tenían un sello y éste podía haber sido que los homicidas actuaban de una forma organizada teniendo un nexo con los grupos del crimen organizado, pero ahora la situación de violencia contra las mujeres que vivimos es distinta", argumentó.

A partir del 2008 en este operativo con militares al principio y después federales, vemos que las mujeres que habían sido asesinadas por el crimen organizado pasan de un promedio que se mantenía en cuatro a 67 por lo que hemos terminado hasta septiembre 21 del 2011 con 617 mujeres asesinadas, lo que nos dice que hay un problema que se debe de atender para evitar que más mujeres continúen muriendo por esas causas y en donde el principal actor tiene que ser el Estado.

sábado, 1 de octubre de 2011

Narcoguerra recrudece feminicidios en Juárez

Experta revela que tras el Operativo Conjunto Chihuahua la cifra de asesinatos ha llegado a 212 por año desde 2008

A partir de 2008, cuando el presidente Felipe Calderón estableció el Operativo Conjunto Chihuahua, los feminicidios en Ciudad Juárez se dispararon de manera exorbitante, ya que de 1993 a 2007 el promedio anual de mujeres asesinadas era de 33, pero de 2008 a 2010 incrementó a 212 asesinatos de mujeres por año.

Julia Monárrez, doctora en ciencias sociales e investigadora del Colegio de la Frontera Norte (El Colef) en Ciudad Juárez, reveló que el acto de violencia más común en contra de las mujeres eran los golpes y el abuso sexual, pero ahora son los disparos por arma de fuego.

Este año, al 21 de septiembre, la cifra de mujeres asesinadas era de 163, conforme a la base de datos de feminicidios que recopila la doctora Monárrez para el Departamento de Estudios Culturales de El Colef.

De las 798 mujeres asesinadas de 2008 a 2011, el 77% ó 617 fueron víctimas del crimen organizado o narcotráfico.

De 1993 a 2007, la mayoría de las muertas de Juárez tenía entre 20 y 29 años de edad, y de 2008 a 2011 son más las que tienen entre 30 y 39 años, apuntó la doctora Monárrez.

"Son las mujeres del narco, que actúan más como ‘halcones’ (espías), parejas sentimentales o ‘burras’ (que trafican la droga), no son como las presentan en la televisión en ese mundo glamoroso, que las ponen como las reinas del narco", mencionó.

El Operativo Conjunto Chihuahua se inició en abril de 2008 y significa la intervención militar en cuestiones de seguridad pública y para combatir el crimen organizado.

En 2008 Ciudad Juárez fue la localidad más violenta de México con 1,653 ejecuciones, mientras que el año previo se había registrado 318.

En 2010 el número de ejecuciones en Ciudad Juárez superó la cifra de los 3 mil, lo que significa una autopsia cada 2 horas y 50 minutos.

Más allá de parar la ola de violencia que dio cabida a ese operativo, la situación en Ciudad Juárez empeoró y se refleja en las estadísticas de mujeres asesinadas, ya que en 2007 la cifra era de 30 y en 2008 subió a 132. Al siguiente año fueron 201 y para 2010 alcanzó su máximo de 302.

La doctora Monárrez participó el martes pasado en el seminario Lecciones y alternativas a la violencia e inseguridad que fue transmitido en videoconferencia por Internet con la participación de investigadores de El Colef en Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Matamoros y Ciudad de México.

"Las drogas son un problema de seguridad pública más que un problema de salud pública", mencionó la doctora Monárrez.

Para José Manuel Valenzuela, doctor en sociología de El Colef, la guerra contra las drogas que hace 40 años emprendió Estados Unidos ha sido un fracaso, como lo fue la Ley de Volstead o Ley Seca que prohibía el consumo de alcohol en los años 20.

El coordinador del seminario, José María Ramos, coincidió y comentó que la situación de inseguridad que ha vivido el país durante los últimos cinco años obedece a las deficiencias en la gestión y en las políticas públicas.

"En la medida en que no exista un equilibrio, entre fortalecer la parte reactiva policial y militar con las políticas preventivas, no habrá resultados efectivos", sentenció.

La política antidrogas de Estados Unidos, destacó, no ha logrado reducir los principales componentes de la oferta y la demanda, por lo cual será muy difícil reducir los problemas de inseguridad.

Y advirtió que si la Iniciativa Mérida no da resultados efectivos, en los próximos años habrá un recrudecimiento, aún mayor, de la violencia en México.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Suman 253 mujeres asesinadas en Chihuahua este 2011: Fiscalía


México.- La Fiscalía General de Chihuahua informó que 253 mujeres fueron asesinadas los primeros ocho meses de este año, y se calcula que de 2008 a la fecha hay 210 desaparecidas.
De acuerdo con el Reporte de extravío y/o ausencia de mujeres, elaborador por la dependencia, dado a conocer por el diario La Jornada, se destaca que se documentaron 30 casos de desapariciones en 2008, 34 en 2009, 54 en 2010 y 92 en 2011. De ellas sólo seis fueron localizadas: 13% de la cifra global.
El fiscal de la zona norte de Chihuahua, Jorge González Nicolás, se comprometió ante familiares de 210 adolescentes desaparecidas a acelerar las indagatorias para localizar a las víctimas, durante una reunión con integrantes del Comité de Madres de Familia de Jóvenes Desaparecidas, en la que estuvieron representantes de la Secretaría de Fomento Social y del Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichmujer).

martes, 20 de septiembre de 2011

Ground Shifters: ‘Justice Buried’ in Ciudad Juárez

Listen to this StoryBy Worldview
Sep. 13, 2011

(AP/Eduardo Verdugo)

Women carry photos of their slain daughters at a march in Ciudad Juárez, Mexico.


(Courtesy of Jean Friedman-Rudovsky)

Ciudad Juárez police set up barriers around a murder scene.

(Courtesy of Jean Friedman-Rudovsky)

Local activist Marisela Ortiz draws attention to the scores of unsolved murders of young women.

(Courtesy of Jean Friedman-Rudovsky)

Graffiti in Ciudad Juárez underscores the city's culture of violence.

Ciudad Juárez, Mexico gained notoriety in the 1990s for its epidemic of female abductions. Over a decade, close to 1,500 women were dissappeared fromt the border town. Today, reporter Jean Friedman-Rudovsky profiles Marisela Ortiz, an activist who’s spent years in fighting for justice for families of what's known as femicide. The story is part of a series on women and girls in Bolivia and Ciudad Juárez, Mexico called Ground Shifters: Stories of Women Changing Unseen Worlds. The series is a collaboration between WBEZ and the Ellen Stone Belic Institute for the Study of Women & Gender in the Arts & Media at Columbia College-Chicago. Series Executive Producer, Steve Bynum. Series Producer/Creative Advisor, Jane Saks

The bustling downtown centro of Ciudad Juárez, Mexico is deceptively festive. Stalls of bright clothes, dance music and colorful sweets line the plaza’s streets. They seem to mock the area’s history.

 
In 1993, women in Juárez started disappearing. Most vanished from here, the centro, abducted on their way to or from their night shifts at the maquiladoras, the city’s infamous mammoth factories that churn out cheap goods for US import. Often the women were on company transport buses. They were raped, tortured and killed; their bodies dumped on the city’s outskirts.

 
As of 2005, 600 victims had been found of what’s now known as femicide. Another 800 remain unaccounted for.

 
Marisela Ortiz says it all began when a student of her student Liliana Alejandra Garcia, went missing. Lilia’s mother, a teacher friend, sought Marisela’s help.

 
"At that time, we only focused on finding the girl and then seeking justice," says Marisela. "She had been raped by many men and then strangled to death. Her body appeared 8 days after its disappearence. We made our actions very public and so soon, other mothers and fathers with disappeared daughters asked us to help them in their search. Little by little because of this solidarity and cohesion among affected families, we decided to formalize our efforts. We officially began our organization in 2001—helping and supporting the femicide victims, and the sons and daughers who were orphaned when their mother was disppeared or killed."

The organization is called Nuestras Hijas de Regreso a Casa. Marisela and co-founder Norma Andrande became the most well known anti-femicide campaigners in Juarez. Their tales inspired Hollywood movies and sparked worldwide human rights campaigns.

Marisela, a powerful presence with hair dyed auburn, has not stopped to rest since. She still works as a school counselor.

Her political routine? Take to the streets, talk to government authorities, press conferences and above all, she says, keep up constant pressure.

 
This may sound like standard activist fare. But remember, this is Ciudad Juarez: ground zero of the drug war — over 6,000 murders in the last three years, all supposedly drug-related.

But that’s not always the case, and being in the public spotlight means you are more likely to be consumed by the city’s tidal wave of violence.

The costs of (not) speaking out

Last December, a Juarez mother became enraged when authorities let her daughter’s convicted murderer flee the city. The determined mom planted herself in front of the state capital building in Chihuahua, vowing she’d stay put until her government brought her daughter’s killer to justice. A week later, just steps from the seat of government, the mother was gunned down in broad day-light. No one has been arrested. I asked Marisela if she’s scared.

 
"Of course I am," she admits. "For those of us who defend human rights, fear becomes an inherent part of your actions. I think if we didn’t feel fear we wouldn’t be human. Fear is necessary but you have to learn how to control your fear so that it doesn’t paralyze you. When someone has taken a gun to your head and said 'you are going to shut up, you are going to stop with these public statements,' it’s terrible. Your life changes completely. You have to say goodbye to many of your normal daily routines. You have to even say goodbye to many of your loved ones because those relationship are never the same again. I felt obligated to separate myself from my daughters. They were under threat too and so I had to say, 'there’s no other choice. You guys have to leave because to live here means constant danger and risk.'

 
"I have never considered leaving. I couldn’t do something so incongruent. We are struggling to better this community so how could I abandon something that I have struggled so hard for, something for which I’ve almost had to give my life? I couldn’t. I am not leaving Juarez. Not until I am in a coffin."

 
On a chilly winter evening at Marisela’s school, I meet Laura, 17, and Silvia, 15. Oh, and he’s one, Silvia says, nodding her head towards the little guy on her lap. Classes just ended for the day. Students scamper and shout school in the yard. The sisters sit quietly. They wear thick black mascara, and their mother must have been a beauty because they are stunning.

 
"Her name was Elena Guadiana," says Laura, recalling her mother. "We know that it was on a Saturday. She went to do extra hours at the maquiladora and she never came back. That’s all we know. My memories of her are fuzzy, almost nothing. I remember things like smells, the smell of burning sugar. But that’s all I remember. Nothing else."

It’s amazing that Laura remembers anything at all, as she was just 3 years and ten months old when her mom disappeared. The two sisters were essentially raised by Marisela and others in the group.

Now, they are notably teenagers - with a surface confidence protecting an inner child not much deeper. But their strength is palpable. Over time, they’ve become active members of Nuestras Hijas.

 
"This group is important for me," insists Laura. "It’s been very helpful for me to vent things those difficult thoughts. And to know that I don't have to talk about anything and that’s ok, too. With my mother gone, I want to do something so that what happened to her doesn’t happen again. We are here to support others going through what we went through, just as we were supported in our rough times."

 
Laura's sister Silvia agrees. She used to want to be a policewoman, until she says she realized police are corrupt. Now she's put her dreams of being an architect on hold to raise her son.

"I think that in every march, when we go to the streets and hand out flyers, we are making up for what we weren’t able to do for our mom," Silvia says. "That’s what I’ve come to believe and that’s why I do what I do. Now as an adult, I try to do for others what I couldn’t do before."

Empowering women, changing laws

 
Soon the room fills with girls Silvia and Laura’s age. The steel bar door closes and the workshop begins. The workshop leader quiets the group and explains: Few of us have the chance to tell our stories— to find our voice in this city. That’s what we’re doing here for the next few months.

 
Marisela told me she started these programs because the battle of Juarez’s women shouldn’t just be about those who are gone — but about empowering those who are still here. Mothers who’ve lost daughters participate too.

 
"Some of these workshops are aimed at empowerment," Marisela says. "So that the women starting taking responsibility in society and stop taking on the role of victim that society gives them. They end up stronger in the struggle and better able to support other women. We’ve been able to accomplish this with some of the women, but not with all. This de-victimization work is very difficult. Many women themselves dont want to let go of the victim role because it becomes a refuge for their emotional necessities."

 
In the past ten years, Nuestras Hijas campaigns changed Juarez law. Now the state is required to search for a woman who disappears. Before, authorities would simply say: “It’s not illegal to leave Juárez. Maybe she just crossed the border.” And not do anything. The organization has rescued women from human trafficking rings and even managed a few convictions. Over 90% of Juarez’s femicides have gone virtually uninvestigated, let alone with an arrest.

 
But international notoriety triggered by grassroots work like Marisela’s likely put an end to the mass maquiladora bus abductions years ago. These women also helped set a daring precedent for those who seek justice in Juarez: fear will not keep us silenced.

 
"Here, we are emotionally involved because the majority of us in the organization have been directly affected by the loss of a loved one, a relative and so we have common objectives," says Marisela. "Nothing separates us no matter how different we are. Some did not have the chance to go to school, others [had] few economic opportunities in their lives, [and] others suffer because their families don’t support their activism. None of that has mattered when it’s come to our work. We focus more on our what we can acheive rather than on what we lack."

Everyone has a theory to explain the Juárez femicide phenomenon. The maquilas brought hundreds of thousands of young women to an already dangerous border town, often alone. They made easy victims. Or, the justice system, saturated by impunity, fed by corruption. Or that Juarez—transformed into one of the world’s largest free-trade zones – made even human life dispensable. Maybe it’s all of this, rolled into one.

 
Without clear cause, there is no clear solution. And the problem grows.

 
"Frankly, over the last three years, female disappearances have increased 400% and in these last three years is when we’ve seen the highest number of women violently killed," Marisela points out.

"This has been hidden behind all the other violence of the street war between drug cartels. This has allowed the government to put the femicide issue to the side, though it wasn’t a real priority for the government to being with. They will never give you any real figures. In fact they try to hide the severity of the problem. Impunity is an inherent part of femicide. Femicide is not only the assasination of a woman but everything that surrounds that act, including impunity and institutional violence. Even after these women are killed they continue to be raped by our government institutions."

 
Memories, identities buried deep

Las Lomas are a set of hilly peaks just west of Juárez. The locale serves as the unofficial cemetery for Juarez’s women. It was a preferred dumping ground for their bodies in the 1990’s. I don’t consider myself a particularly spiritual person, but standing there, I felt something around me in the winter breeze; as if their ghosts surrounded me.

 
A local told me that police rarely bothered to come up here. Mothers would climb the sandy soil hills looking for—and often discovering—their daughters bodies; mutilated and decayed.

Today, a built road stretches to the top and nearby residents come on the weekends to enjoy the view. There’s a soccer field for afternoon games. Eight wooden crosses, painted pink, stand off to the side, covered by tall brush. One more, at the top of a high post, leans sideways, barely hanging on. Passersby, even if they do notice, don’t even glance in that direction.

sábado, 27 de agosto de 2011

México: Muerte con rostro de mujer


14 de agosto de 2011, 03:32Por Katia Monteagudo*

México (PL) Tiffany Cabrera solo tenía ocho años cuando fue asesinada por comerse las uñas, luego de ser abusada sexualmente.

Su cadáver se encontró envuelto en unas cobijas, tras haber sido tirado en una de las callejuelas del Distrito Federal por la madre y otros familiares.

A dos días de entrar en vigor una nueva reforma al Código Penal en Ciudad de México, la cual tipifica el delito de feminicidio, su caso se convirtió en la primera consignación de ese ilícito en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Bastaron 48 horas para que la fiscalía capitalina presentara a Daniel Efraín Ruiz Mosqueira, padrastro de la pequeña y responsable de su muerte, como el primer acusado a quien le aplicarán el nuevo código para sancionar actos de género.

El actual decreto considera feminicidio cuando la víctima presenta signos de violencia sexual de cualquier tipo.

También si a esta se le infringieron lesiones infamantes y degradantes, así como mutilaciones previas o posteriores a la privación de la vida.

Además, cuando existan datos que establezcan que se cometió amenazas, acoso, violencia o lesiones contra la víctima o su cuerpo sea expuesto en público.

Ahora las sanciones van de los 20 a los 50 años de cárcel, pero esta regla varía de acuerdo con la relación existente entre el agresor y la víctima.

Si entre ambos existió relación sentimental, de parentesco, laboral, docente o cualquiera que implique subordinación o superioridad, la pena mínima se incrementa a 30 años y la máxima a 60 años de prisión.

CIFRAS DE LA MUERTE

Aunque hay diferentes estudios, se reconocen por la Cámara de Diputados y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) unas 10 mil féminas asesinadas por razones de género durante los últimos 10 años en México.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó al gobierno mexicano tipificar el delito de feminicidio, tras el asesinato múltiple ocurrido durante el 2006 en Campo Algodonero, de Ciudad Juárez, estado de Chihuahua.

Pidió la CIDH, además, conformar mecanismos eficientes para perseguir y castigar a los responsables de ese hecho, en el cual fueron asesinadas siete mujeres.

No obstante, la violencia contra las féminas sigue cobrando vidas.

Solo en los últimos dos años se reportaron 500 desapariciones, además de las 125 mil mujeres desplazadas por la guerra contra el narcotráfico del 2006 a la fecha.

En los últimos cinco años crecieron en 40 por ciento estos homicidios, además de revelarse cambios radicales en la forma de matar como resultado de la ola de violencia actual generalizada en el país.

Así lo confirma la abogada Soraya Vázquez, asesora jurídica del Instituto de la Mujer del Distrito Federal, quien asegura que al asesinato se une la violación sexual a manos de delincuentes, policías y militares.

Este cambio, precisa Vázquez, contrasta con las estadísticas que durante los últimos años ubicaron al feminicidio como un resultado de la violencia de pareja y reconfigura el mapa del crimen contra las mujeres por razones de género.

Hasta 2005 se podía afirmar que, en el 67 por ciento de los casos, las mujeres habían sido asesinadas en sus casas o en espacios privados o familiares, de acuerdo con una investigación realizada por la Cámara de Diputados.

Según estadísticas del OCNF, en México, del 2009 al 2010, ocurrieron mil 728 homicidios de mujeres.

Jalisco encabeza la lista de los estados con más agresiones contra mujeres; le siguen Tabasco, Chihuahua, Morelos, Sonora, Distrito Federal y Guerrero.

Igualmente la situación es alarmante en los estados de México, Sinaloa, Oaxaca, Colima, Tamaulipas, Baja California, Chiapas y Veracruz.

El caso más emblemático es el de Ciudad Juárez, en Chihuahua.

Varias de esas demarcaciones coinciden con los lugares donde ocurren los mayores enfrentamientos al narcotráfico, y resulta superior la militarización y la violencia social.

Más de la mitad de todas las muertes violentas reportadas corresponden a mujeres de 21 a 40 años de edad. Análisis del Instituto Nacional de Estadística y Geografía aseguran asimismo que en México la tasa de homicidios por cada 100 mil mujeres se incrementó en más de 40 por ciento, al pasar de 2,45 a 3,52, entre 2005 y 2009.

Durante los últimos dos años sucedieron 14 mil violaciones sexuales, según la diputada Teresa Inchaústegui, de la Comisión sobre Feminicidios en la Cámara de Diputados.

FEMINICIDIO, CONCEPTO POR ASUMIR

Ante los hechos, el feminicidio está reconocido hoy en México como un problema nacional; no obstante, aún existe por parte de las autoridades incomprensión, impunidad y desprecio, advierte el OCNF.

Aunque este acto es generalizado en el país, hasta ahora solo se tipifica este delito en seis estados mexicanos: Guerrero, Tamaulipas, Guanajuato, Morelos, Veracruz y más recientemente en el Distrito Federal.

Para Rosa Icela, del OCNF de Guerrero, las legislaciones ponen el acento en las relaciones de pareja, con lo cual se obvia la realidad de violencia de Estado, institucional o social que vive actualmente el país.

Incluso, precisa la abogada Soraya Vázquez, el Distrito Federal es el lugar donde mejor se tipifica este delito, aunque antes de aprobarse el nuevo código la mayoría de los asesinatos contra mujeres eran vistos como violencia social o comunitaria.

María Isabel Belausteguigoitia Rius, directora del Programa Universitario de Estudios de Género de la Universidad Autónoma de México, asegura que es mal empleado en México el concepto de feminicidio.

Belausteguigoitia afirma que las entidades federales manipulan su definición según sus conveniencias políticas o de autoridad.

Para esta investigadora, no se trata solo del homicidio de una mujer, sino que este tiene diversas implicaciones, donde se involucra poder, dominio de un territorio, impunidad, misoginia y violación de los derechos humanos.

Guadalupe Rebolledo Guillaumín, directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, cree que la tipificación del feminicidio será letra muerta si este no va acompañado por el trabajo de las instituciones de justicia.

"Hasta que la violencia contra mujeres deje de ser impune, el feminicidio consignado como delito será letra muerta", sentencia Rebolledo Guillaumín.

Junto a ella, múltiples mujeres mexicanas, organizaciones civiles, académicos, investigadores, políticos, defensores de derechos humanos reclaman el cese del suplicio de féminas o de niñas como Tiffany, asesinada por solo comerse las uñas.

*Corresponsal de Prensa Latina en México.

Aclaración sobre sitio web

Estimada Zulay:

Doy respuesta a tu correo enviado a Marilu Andrade en el sentido de que habremos de quitar la foto de Lilia Julieta Reyes Espinoza, hija de la señora Maura Espinoza, de la pagina www.mujeresdejuarez.org.

Al respecto, debo decirte que actualmente nada tenemos que ver con esa pagina. Pues desde 2008 fue hackeada. Nosotras como asociación, sí aportamos mucha de la información que ahí se ve, incluyendo muchas de las fotografías, pero no la de Lilia Julieta y las de muchas otras que se encuentran en la red y que por un acto de ayuda se difundieron ahí de buena voluntad por las personas que la abrieron, y hasta 2008 la manejaban: gente solidaria que pretendía significar un apoyo a este tema, que deseaban ayudar a las familias. Con esto te digo que mucho nos gustaría darle satisfacción la señora Maura pero no está en nuestras manos.

Yo desde la ocasión en que la señora le reclamó frente al gobernador a Marilu, intenté que se quitara esa y otras fotos que nosotras no aportamos, o bien que no teníamos el permiso de las familias para hacerlo, para evitar más problemas como ese; y al solicitarle al web manager que me ayudar en ello, me respondió que desde 2008 la página fue hackeada y se perdió con ello el control del sitio, pues modificaron el password y no hay forma de ingresar en ella. Desde entonces la página fue abandonada y ahora mismo hacemos pública esta carta para deslindarnos de cualquier información que ahí se maneje dado que no podemos responder por algo sobre lo cual no tenemos el control.

Incluso, aprovecho a través de este espacio para solicitarte formalmente ayuda en este caso; es decir, ustedes seguramente tendrán personal especializado que pueda intervenir el sitio y de ser posible borrarlo por completo, ya que habiendo perdido el control del mismo, ni nosotras ni quienes la abrieron tampoco se responsabilizarán de la información que aparezca en ella.

En caso necesario, yo puedo ponerte en contacto con las personas que, a manera de apoyo, tomaron la buena decisión de abrir esa página que ayudó a poner visible el feminicidio en aquellos años en que se ocultaba información. Y que como te digo, ya no pueden ingresar al sitio.

Posterior a que apareciera la carta publicada, recibí una llamada a mi celular donde se me exigía de manera soez y agresiva que retirara la información de esa página porque de no hacerlo me atendría a ciertas consecuencias. No con ello acuso a nadie pues la llamada fue anónima.

Finalmente, hago pública esta información para los fines jurídicos a que haya lugar, en caso de que existieran.


Me pongo a tu disposición a través de este medio, para cualquier duda que exista al respecto.

Un saludo.

 
Atte.

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Mtra. Marisela Ortiz Rivera

"Nuestras Hijas de Regreso a Casa, AC"

jueves, 25 de agosto de 2011

Hasta el 18 de noviembre mausoleo en campo algodonero

El Mexicano
25 de agosto de 2011

Angélica Bustamante / El Mexicano

Ciudad Juárez, Chihuahua.- El Mausoleo que se construye en el campo algodonero por parte de los tres niveles de gobierno, por la muerte de mujeres en ese lugar en el año de 2001, lleva un avance del 90% y existe el plan de inaugurarlo el 18 del mes de noviembre 2011.

Actualmente el área se reforesta, se colocan las luminarias y se reparan los espacios, en donde se colocará el mausoleo, dedicado a las mujeres asesinadas.

Cabe destacar, que en noviembre del 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó al Estado Mexicano por violar derechos humanos en los casos de feminicidio sucedidos en Ciudad Juárez en el campo algodonero, en contra de Esmeralda Herrera Monreal, Laura Berenice Ramos Monárrez y Claudia Ivette González.

Dos de ellas menores de edad, y por la violencia estatal ejercida en contra de sus familiares, en la sentencia detalla la responsabilidad internacional de México.

Los tres órdenes de gobierno son los que van a dar cumplimiento a la orden de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, con la presencia del presidente de la República Felipe Calderón, a dar una disculpa pública.

El Gobierno Federal y Estatal, fueron los encargados de pagar la obra, a su vez el Estado, pagó en cheques la indemnización a las familias y el Municipio, donó el terreno.

También es una obligación dar una asistencia psicológica a las familias de las victimas.