Felipe Calderón ha confiado más en Televisa y la propaganda que en los hechos y la realidad; apuesta más al consenso de los medios (afines) que a la opinión pública; acepta más la versión de quienes lucran con ella que la verdad que muestran los muertos, las víctimas y los heridos que dejan la guerra contra la delincuencia y el narco. Su guerra que no excluye a ciudadanos inocentes.
Ni la sociedad es protegida, ni se investiga a los criminales, ni se hace justicia a la ciudadanía. La guerra es sorda, sucia y brutal contra todos, incluso contra los que desde la sociedad civil intentan defender los derechos de los demás. Ya amenazó Calderón a quienes reclaman el estado de derecho en los tribunales internacionales, debido a que aquí las autoridades niegan o dilatan la justicia.
¿Adónde llevan la nación: a una alternativa de solución o al despeñadero?
Apenas el 2 de diciembre atentaron contra la vida de Norma Esther Andrade, defensora de mujeres, jóvenes y niñas de Ciudad Juárez, creadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, cuya hija Lilia fue asesinada en 2001, por no ser protegida por el gobierno federal ni el de Chihuahua. ¿Por qué los gobiernos no investigan y protegen a la gente que más lucha por los demás?
Ella ha realizado una lucha de más de 5 años en defensa de las mujeres en los tribunales nacionales e internacionales en favor de las víctimas de Juárez. ¿Acaso eso ha molestado a los gobiernos, para no protegerla?
La ANAD exige a los gobiernos que cumplan con su obligación: esclarecer, investigar y castigar a las responsables de la agresión a Norma Andrade; aclarar las amenazas a los miembros de Nuestras Hijas de Regreso a Casa y ofrecer los mecanismos de protección a todos los defensores de derechos humanos.
Por la ANAD: Enrique Larios, Medardo Bañuelos, Karla Micheel, David Peña, Manuel Fuentes, Estela Ríos, María Luisa Campos, Edith Ramírez y O. Alzaga