BABELIA EN GUADALAJARA 2011 / LATIDOS DE LA FIL
Por:Blogs ELPAIS.com 04/12/2011
11:00 Escribir para pensar. Lolita Bosch –escritora catalana adoptada por México desde hace 20 años- está en Guadalajara por el libro que ella coordina: Nuestra aparente rendición -que se presenta este domingo. De nueva cuenta –como había sucedido días atrás con el poeta Javier Sicilia- las noticias que llegan del exterior de la FIL logran turbar un poco esta fiesta cultural. Norma Andrade se convirtió en activista de Ciudad Juárez -al norte del país- después de que su hija Lilia García fuera una de las muertas de Juárez; ella tenía dos hijos que ahora viven con su abuela. Andrade junto con Marisela Ortiz -maestra de Lilia- fundaron la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa. Ortiz vive en el exilio por amenazas; ayer sábado intentaron asesinar a Norma Andrade; iba acompañada de sus dos nietos; cinco impactos de bala la mantienen en el hospital, grave. “Cuando matan a activistas o periodistas es muy doloroso, porque ellos hablan por mil y el pueblo necesita a esa gente”, dice Bosch en entrevista con los Latidos de la FIL.
Antes de ser un libro, Nuestra aparente rendición (http://nuestraaparenterendicion.com/) es un blog que comenzó como un espacio virtual para el ensayo, la poesía y la literatura que denuncia la violencia en México - ahora salta a las páginas. La web funciona gracias a la colaboración de escritores y periodistas reconocidos, pero en especial por ciudadanos que comparten sus historias; trágicas, llenas de miedo pero con entusiasmo de cambiar esta situación. Lo recaudado por la venta del libroNuestra aparente rendición –y por aportaciones voluntarias que se puede hacer en la página web- será destinado para los 10 mil huérfanos que hay en Ciudad Juárez por el conflicto armado. “Esta gente necesita ayuda, necesita atención internacional porque eso es lo único que está protegiéndolos. Si muere Norma, los niños de Juárez se quedan solos”. No sólo terminaría el trabajo voluntario, el apoyo en becas, sino el amor que ella les da a los huérfanos –como sus nietos.
“La muertas de Juárez son un símbolo de lo que vivimos en México”. Violencia, corrupción, impunidad. Pero ante ello, Nuestras Hijas de Regreso a Casa se organizaron y ahora capacitan colectivos de víctimas en toda la República mexicana, trabajando especialmente con los niños, afectados colaterales.
“Partimos del hecho de hay cosas que no entendemos, y dejamos de hablar de esta situación como si la conoceríamos. Tenemos que entender qué está pasando, y para saberlo hay que preguntarlo a la gente que lo sabe”. Cita a la periodista mexicana Anabel Hernández: “no se puede combatir algo que no entendemos”. Desde la economía, el análisis de medios, la investigación social, o periodismo ciudadano la web es un espacio para el diálogo. “El blog nos ha servido para sentirnos menos solos, porque el trabajo por la paz es muy doloroso”.
Para reconstruir el tejido social en un país que suma a diario a una larga lista de muertos, es necesario resolver el problema de pobreza: “Nosotros vivimos rodeados de ella y hemos sido muy culeros con el 50 por ciento del país que no tiene acceso real a la sanidad, la alimentación, y la educación”. ¿Cómo expresiones literarias y periodísticas –que “dan voz pública a quien no la tiene”- pueden poner su grano de arena en la resolución de la situación que vive un país? “Pensar es una acción, y darle a la gente elementos que le ayuden a pensar y crear pensamiento es una acción”. La función de Nuestra aparente rendición es ejercitar el derecho ciudadano a saber.
Lolita invita a los lectores a enviar mensajes de apoyo a las víctimas (al correo electrónico nuestraaparenterendicion@gmail.com) e ingresar a la página web a leer y opinar. Se mueve y gesticula cuando habla sobre esta problemática que le afecta también a ella, como habitante de un país que no es el suyo, pero quiere y en el cual decidió vivir. Se expresa con efusividad, y no pierde la oportunidad de mostrar su descontento con la guerra contra el narcotráfico. Pero ella también ríe, y se nota llena de energía –a pesar de que casi se queda sin voz-; aún le queda espacio para la esperanza. “La sociedad civil es quien tiene la capacidad para arreglar la catastrófica en la que se ha sumido México”.